Quien haya visto la película El puente de los espías, del realizador Steven Spielberg, probablemente no sepa que el abogado neoyorquino James B. Donovan (interpretado por Tom Hanks), seis meses después del canje de espías -que es el tema central de la película- viajó a La Habana para discutir con Fidel Castro la liberación de los prisioneros capturados después de la desastrosa invasión de Estados Unidos a Playa Girón, publicó The New York Times en un artículo reciente que apareció en su página web.

La cinta de Spielberg, basada en el libro del mismo nombre escrito por Giles Whittell, se desarrolla en la década del 60 y cuenta cómo la CIA reclutó a Donovan para que negocie con la KGB (policía secreta de la URSS) la liberación del piloto de un avión espía estadounidense derribado en la Unión Soviética.

En vista del éxito del abogado Donovan en su misión en Moscú, la CIA decidió enviarlo a Cuba para que negocie con Fidel la liberación de los prisioneros.

Es así que a partir de septiembre de 1962, James B. Donovan comenzó a viajar con frecuencia a la isla para las negociaciones que continuaron tras la llamada Crisis de Octubre.

De acuerdo con un informe del Senado estadounidense, la CIA trató de utilizar a Donovan como asesino involuntario por entregar, como regalo, un traje de buzo envenenado al líder cubano, Fidel Castro.

El traje nunca fue entregado. La hija de Donovan, Mary Ellen Donovan Fuller, de 66 años, dijo al diario que su padre (quien murió en 1970, a los 53 años) había comentado: “Estoy en el negocio del canje, no del asesinato”.

Con su proverbial sentido del humor, Fidel Castro cuando se enteró de la trama ridiculizó el plan señalando: “Yo nunca me habría puesto un traje de neopreno en este clima tan caliente”.

Según The New York Times, Donovan viajó una docena de veces a la isla caribeña y en ocasiones llevó a su hijo John, de 18 años, seguramente con la esperanza de congraciarse con Fidel, quien también tenía un hijo adolescente.

El líder de la Revolución Cubana los acompañó en algunos de estos viajes por carretera, que incluyó, en alguna ocasión, una visita a un criadero de cocodrilos, a una zona de pesca en Playa Girón, dedicándoles mucho tiempo, en el que les habló de los logros de la revolución.

“Tanto mi padre como Castro eran en realidad grandes conversadores”, dijo John Donovan, ahora de 71 años, en una entrevista telefónica con The New York Times.

Al final de las negociaciones, como indica la película El puente de los espías en los créditos finales, Donovan logró la liberación de 1.100 presos (y el permiso para que otras 9.700 personas abandonaran Cuba) a cambio de $ 53 millones en alimentos -entre ellos, un gran cargamento de compotas- y medicamentos de Estados Unidos. En estos créditos, sin embargo, nada se dice del informe del Senado sobre el intento de la CIA de asesinar a Fidel Castro usando al abogado Donovan.

Para esa época Cuba sufría ya los estragos del embargo decretado por Estados Unidos en 1960 que inicialmente excluía alimentos y medicinas, pero que a partir de febrero de 1962 se endureció, llegando a ser casi total.

De acuerdo con documentos de la CIA, Donovan y Fidel llegaron a conversar sobre la posibilidad de restablecer los lazos con Washington. Ante una pregunta del líder cubano de cómo podría avanzarse en ello, Donovan reaccionó: “¿Sabe cómo los puercoespines hacen el amor? Con mucho cuidado”.

Meses después del último viaje de Donovan a Cuba, el presidente John F. Kennedy envió un emisario en una visita de buena voluntad a La Habana para reunirse con Fidel.

Sin embargo, el progreso en la restauración de los lazos entre ambas naciones se extravió en la vorágine de un acontecimiento abrumador: la reunión que tuvo lugar el 22 de noviembre de 1963 fue interrumpida por una llamada telefónica a Fidel con noticias urgentes. El presidente de Estados Unidos había sido asesinado en Dallas.

Opción a los premios Oscar

La cinta de Spielberg se ha quedado corta frente a Marte (The Martian), la cinta de Ridley Scott que ha aniquilado a la competencia estrenada en las últimas semanas.

No obstante, dicen los críticos, en una carrera tan deslucida no se duda que El puente de los espías sea el décimo título de Steven Spielberg en lograr la nominación al Oscar 2015 a mejor película.

Las pretensiones son lograr las nominaciones a: mejor película, dirección, actor principal, actor de reparto, guión, fotografía, música y diseño de producción, para un filme que, aunque consiguió en su debut en Nueva York, muy buenas críticas también se lo achacó de que no estaba bien resuelto. En la taquilla, sin embargo, no ha tenido tanta suerte logrando, hasta ahora, solo $ 62 millones en el mundo. (I)