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El Telégrafo
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Ethan Hawke: A veces quisiera pasar mucho más inadvertido

Ethan Hawke: A veces quisiera pasar mucho más inadvertido
04 de enero de 2014 - 00:00

Fernando Parrado cumplió 64 años el pasado 9 de diciembre. Nacido en Uruguay, ‘Nando’ es uno de los sobrevivientes de la Fuerza Aérea Uruguaya 571 , que se estrelló en las montañas de los Andes el 13 de octubre de 1972.

Y es también el personaje que el actor estadounidense Ethan Hawke interpretó en 1993 cuando tenía apenas 20 de los 43 años que recién cumplió el 6 de noviembre pasado con el mismo perfil bajo de siempre.

Quienes han visto el filme ‘Alive’ (‘Viven!’, para Latinoamérica), de Frank Marshall con la supervisión del mismísimo Parrado, recuerdan aquella escena en la que ‘Nando’, trepado en un helicóptero, le muestra un zapatito rojo a otro de los sobrevivientes del desastre aviatorio que tenía 45 pasajeros, la mayoría eran integrantes del equipo uruguayo de rugby Old Christians. Solo 16 de ellos fueron rescatados con vida.

Aquel minúsculo calzado era una promesa de volver con la anhelada ayuda después de 72 días perdidos en la cordillera, algo que parecía imposible. De hecho, la misión se había cancelado porque resultaba infructuosa.

En 1994, un año después de ‘Viven!’, Hawke se mostró como un rostro ícono de la llamada ‘Generación X’ (con nacidos entre 1960 y 1980), a través del personaje de Troy Dyer, un guitarrista.

Con la melena a medio peinar y un casi eterno cigarrillo, Hawke dejaba ver a un personaje quemeimportista, rebelde junto a Winona Ryder en ‘Reality bites’, una aspirante a videógrafa que está trabajando en un documental acerca de él y sus otros amigos.

Hawke se sometió a la dirección de Ben Stiller, tan de moda en estos días por su ‘The secret life of Walter Mitty’.

Casi no le atrae aparecer en portadas, más bien prefiere pasar inadvertido. Tampoco ha ganado un Oscar, pero es un actor respetado dentro de la industria independiente. Lo más cercano a una estatuilla dorada para Hawke fue su nominación en 2001 cuando interpretó al novato policía Jake Hoyt en ‘Training day’ junto a Denzel Washington, quien sí ganó ese premio.

Hawke, quien desde 1985 registra 47 películas y estuvo casado entre 1998 y 2004 con la actriz Uma Thurman (una de las musas de Quentin Tarantino), está en las carteleras ecuatorianas desde el miércoles pasado con ‘The purge’.

Traducida para Latinoamérica como ‘La noche de expiación’ (2013) él interpreta a James Sandin, el patriarca de una familia amenazada por criminales que se acogen al Día de la Purga anual que un renacido gobierno estadounidense, en el año 2022, ha decretado. Cualquier crimen es lícito.

Y no es el único filme de los dos últimos años previsto para el 2014 en las pantallas locales. Otros títulos son ‘Sinister’, ‘Before midnight’ y ‘Getaway’, este último con Selena Gomez.

La característica de la mayoría de estos filmes es que aborda a personajes oscuros y desconcertantes. Aún así es considerado como uno de los actores contemporáneos más versátiles.

Acerca de ‘The purge’ dice: “He leído en algún sitio que el 85% de la sociedad vive dormida, así que creo que estamos muy cerca de lo que muestra la película. Me despierta curiosidad leer lo que vayan a escribir los críticos sobre esta historia, teniendo en cuenta que es un filme violento con un mensaje contra la violencia. Desde la historia se cuestiona si la violencia es parte de la personalidad del ser humano o por el contrario nos hemos vuelto así. Para mí, la cinta funciona igual que ‘La Naranja Mecánica’: nos inunda de violencia, pero al final lo único que quieres es detenerla”.

Con los años Hawke se ha envuelto más en la industria ‘indie’ porque, según él, le cuesta conseguir roles que lo dejen satisfecho.

“Me he equivocado al escoger papeles muchas veces, pero toda mi vida he tratado de guiarme por mis instintos tanto como pudiera. En el caso de ‘The purge’, el mensaje sociopolítico me enganchó. Lo pasé bien rodando ‘Sinister’, pero cada vez es más difícil para mí encontrar el proyecto adecuado. Soy un actor dramático, no un cómico y ya casi no se hacen dramas. Si no consigues un papel en ‘Lincoln’ (se refiere a la de Steven Spielberg) o en cualquiera de los dos o tres dramas anuales no tienes trabajo. Eso me ha obligado a buscar otro tipo de proyectos”.

Hawke también se considera un histrión de perfil bajo y lo resume con una frase: “Siempre he peleado contra la idea de que me consideren una estrella de Hollywood”.

“Todo el mundo quiere tener éxito, es divertido recibir toneladas de atención, pero tienes que pagar un precio por lo que recibes. A veces deseo ser más anónimo de lo que soy, es una lucha interna, cuando veo revistas de farándula no siento envidia por Brad Pitt, ni la más mínima. ¿Por qué quisiera ser él? Un minuto te celebran salvajemente y al siguiente te tiran piedras. Seas una estrella o no, todos batallamos con nuestros egos. Y el ego de una estrella de cine se alimenta diariamente y se convierte en una bestia muy poderosa que termina comiéndose la vida de cualquiera”, finaliza un Hawke, a quien posiblemente se lo verá más seguido en las carteleras ecuatorianas este año.

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