El buen momento que vive el cine latinoamericano actual quedó refrendado con el León de Oro que el Festival de Cine de Venecia, considerado uno de los más prestigiosos del mundo, otorgó a la película Desde allá, ópera prima del venezolano Lorenzo Vigas.

El argentino Pablo Trapero elegido como mejor director, recibió el León de Plata por su película El Clan. Y, por si fuera poco, la Mostra le concedió al reconocido director mexicano Arturo Ripstein, un Premio Especial por sus 50 años de carrera artística.

Durante la gala de premiación, un emocionado Vigas subió al estrado y dedicó el premio a su país, Venezuela. “Sé que tenemos algunos problemas, pero vamos a hablar y lo superaremos”, expresó. También lo dedicó a su padre, el artista plástico Oswaldo Vigas.  

Le agradeció al guionista, productor y director mexicano Guillermo Arriaga, por su ayuda en la configuración de la historia.

También elogió al protagonista de la cinta, el chileno Alfredo Castro: “Gracias por venir a Caracas y hacer esto posible”, dijo, y cerró su intervención con un: “¡Arriba Venezuela!”.

Calificada como “una obra absolutamente personal” por su director, Desde allá, rodada a mediados de 2014, es una historia de amor protagonizada por un protesista dental que busca hombres jóvenes en paradas de autobús, ofreciéndoles dinero para que lo acompañen a su casa. En hombre muy particular, “que no acepta que lo toquen”, de allí el nombre de la película, advierte Vigas.

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El realizador explica que su película fue hecha con estándares mundiales y “filmada con todos los rigores del mundo para que pudiera estar en el Óscar”.

Desde allá, dice Vigas, es la segunda entrega de una trilogía que inició con el corto Los elefantes nunca olvidan (2004) y que culminará con su próxima película de ficción, a la que desde ya ha bautizado con el nombre de La caja.

La película de Pablo Trapero, protagonizada por Guillermo Francella, cuenta la historia de la familia Puccio, que entre 1983 y 1985, años finales de la dictadura argentina y el comienzo de la democracia, se dedicaron al secuestro y asesinato, incluso de amigos.

Trapero no es nuevo en Venecia, en 1999 presentó en este Festival su primera película Mundo grúa, galardonada en el Festival Internacional de Cine de Buenos Aires.

Por su parte, el laureado director mexicano Arturo Ripstein, llegó a Venecia con La calle de la amargura, su nueva película con la que retorna a esos bajos fondos mexicanos que tan bien ha retratado en su larga trayectoria, con un relato inspirado en la crónica negra: el caso real de 2 profesionales de la lucha libre que son encontrados muertos en una habitación de hotel en la Ciudad de México.

La 72 edición del Festival reconoció al director estadounidense Charlie Kaufman y el codirector Duke Johnson por su filme animado Anomalisa.

El actor francés Fabrice Luchini obtuvo el galardón a mejor actor por L’Hermine, la italiana Valeria Golino ganó el premio a mejor actriz por Per Amor Vostro, y Abraham Attah de Ghana fue elegido mejor nuevo actor joven por Beast of the No Nation. 

Las películas como Pelo malo, de Mariana Rondón (Concha de Oro en San Sebastián); Gueros, de Alonso Ruizpalacios (Oso Dorado en la  Berlinale  y Ariel); Gloria, de Sebastián Lelio (Oso de Plata en la Berlinale, San Sebastián, Platino y Ariel) Matar a un hombre, de Alejandro Fernández (mejor película en Sundance), entre otras, hablan de la buena racha que experimenta el cine latinoamericano de los últimos 5 años. (I)