Gilberto Santa Rosa puede venir todos los años y con el mismo repertorio sin que eso afecte su popularidad. Y aquello quedó en evidencia con su más reciente concierto en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, la noche del sábado, donde estuvo acompañado por la orquesta caleña de mujeres, D’Caché y el puertorriqueño David Pabón, de quien fue su telonero.

El espectáculo era semejante al de anteriores presentaciones en Guayaquil y se resume en el mismo baile sencillo, casi en una baldosa, con su acostumbrada elegancia para vestir -una de las razones por las que lo llaman el ‘Caballero de la Salsa’.

Quizás la presencia de las damas de la orquesta D´Caché le dieron un toque algo diferente al show del ahora cincuentón Santa Rosa, pues no es frecuente ver en el escenario a 12 féminas dominando instrumentos en un género, casi exclusivo, de los hombres.

El salsero, nacido el 21 de agosto de 1962 en Santurce, abrió su presentación a las nueve y media de la noche con ‘Déjate querer’, que incluyó un enfrentamiento de timbales entre el mismo Santa Rosa y la percusionista Elizabeth Vidal.

Y el ‘Caballero de la Salsa’ haciendo gala de su apelativo invitó a bailar al escenario a su compañera, aunque fue fugaz. El solo de timbales dejó en evidencia a un Santa Rosa completo, con un registro alto de voz envidiable.

Decía Henry Fiol, una de las leyendas vivas de la salsa, que los mejores cantantes son los que en algún momento fueron percusionistas. Y ocurrió con Santa Rosa, quien ya lleva 36 años en los escenarios.

Bajo la dirección de Johnny Torres, cada integrante de la orquesta sonaba prolija. Estuvieron las coristas Francia Elena, la líder; Nathalia Giraldo y Ana Lucía García. Con ellas tocaron la conguera Zoraida Parra, la bongocera Belly Betancourth, la saxofonista Nathaly Catachunga, la trombonista Delfy Asprilla, la bajista Carmen Campo, la trompetista Marisol Ramos y la tecladista Silvana Manosalve. Ellas se han presentado con Santa Rosa desde hace casi cinco años.

‘Un montón de estrellas’, de Polo Montañez, fue la segunda en el catálogo musical previsto por Santa Rosa, cuya imagen se proyectaba en tres pantallas gigantes. Y fue la melodía con la que el sonero boricua interactuó por primera vez con el público, con las arengas de siempre.

Santa Rosa sabe que parte de su éxito más contemporáneo está asociado al compositor Omar Alfano. Y en el primer tramo de su concierto soltó tres de sus temas más emblemáticos: ‘Sin voluntad’, ‘Mal herido’ y ‘Me volvieron a hablar de ella’.

Son canciones con líricas que relatan historias de amor y desamor, que encajaban bien con la propuesta del evento: ‘Amor en tiempos de salsa’, como un adelanto del cada vez más comercializado Día de San Valentín.
No podía faltar ‘Qué manera de quererte’ en su repertorio, tampoco ‘Derroche’, aquella canción del dominicano Manuel Jiménez que han popularizado también los españoles Víctor Manuel y Ana Belén, más el boricua Aldo Mata con estribillos como “besos, ternura/ qué derroche de amor/ cuánta locura...”.

Otro clásico de Alfano en la voz de Santa Rosa levantó al público de sus asientos: ‘La conciencia’, seguida por ‘Yo no te pido’ y ‘Conteo regresivo’ con la que el ‘Caballero de la Salsa’ dijo: “ojalá no les dediquen este tema, pero por el momento cántenla conmigo”.

Casi a las diez y media de la noche, el de Santurce interpretó a ‘capella’ ‘Nuestro Juramento’, escrita originalmente por el fallecido puertorriqueño Benito de Jesús y popularizada en la década del 70 por el guayaquileño Julio Jaramillo. Durante los últimos shows en Ecuador la ha interpretado como agradecimiento y homenaje al público que acude a cada una de sus visitas. Pero él no la cantó solo, tuvo como coro a las casi 3 mil personas que llegaron al Centro de Convenciones en medio de una llovizna.

Y la salsa tenía que continuar. Fue el turno para ‘Amor mío no te vayas’ y ‘Vivir sin ella’ donde Santa Rosa extendía su micrófono hacia el público para que cantaran. “Con este coro tan flojo no creo que vuelva ella”, bromeaba el artista boricua.

Ya eran casi las once, ya había cantado casi todo. Aún quedaba espacio para ‘Perdóname’ con la que amagó irse y luego ‘Que alguien me diga’ con su acostumbrada ‘intro’ abolerada.

Fue el final de su presentación, pero aún quedaba David Pabón. Pero antes hubo un entremés con la orquesta del ecuatoriano Gustavo Enrique, quien lucía muy delgado, junto al corista Ricardo Mata. Tras un par de canciones, entre ellas, ‘Rebelión’, conocida en la voz del colombiano Joe Arroyo.

Cinco minutos antes de las once apareció Pabón, el de Bayamón, quien cumplirá medio siglo de vida en junio próximo y ahora luce con sobrepeso lo que contrasta con su imagen esbelta de cabello largo, a finales de la década del 80 con canciones como ‘Aquel viejo motel’, ‘Como lo haces conmigo’, ‘Caradura’ y otras en un espectáculo que se extendió hasta pasada la medianoche, a puro ritmo de salsa y baladas.