La periodista quiteña Vanessa Hervas ingresó hace cuatro años a Ecuador TV, primer medio de comunicación que le dio la oportunidad de crecer profesionalmente, y en donde también ha podido relacionarse con la medicina, carrera que estudió antes de ingresar a la Facultad de Comunicación Social (Facso) de la Universidad Central del Ecuador. Tiene dos hijos y aunque por el momento espera mantenerse en televisión, le gustaría probar en una radio.

¿Por qué eligió primero estudiar medicina?
En el colegio fui Químico Biólogo, siempre con la idea de ser médico.

¿Y en qué momento se cambió al periodismo?
Cuando estaba en quinto semestre de medicina se me presentó un problema en la universidad, me llamaron de la secretaría para decirme que me habían perdido las notas de las materias del primer semestre, y como vino la reforma universitaria querían que repita las materias desde el primero.

¿Lo hizo?
No. Eso para mí fue complicado porque en el primer año de universidad quedé embarazada y nació mi hija Paula. Haber pasado esos 5 semestres con la niña fue muy duro, y a pesar de que siempre quise ser médico me desanimé.

¿Y por qué periodismo?
Después que pasaron dos meses de ese problema, empecé a caminar por la universidad conociendo todas las carreras, revisé las mallas curriculares, y cuando llegué a la Facultad de Comunicación Social me gustó el pénsum porque había materias muy interesantes, así que me matriculé en esa carrera.

¿Qué experiencia tuvo antes de llegar a Ecuador TV?
En octavo semestre se deben hacer las prácticas pre-profesionales y dejé mi carpeta primero en Teleamazonas, pero no me dejaron pasar ni de la garita del guardia, así que hablé con una compañera del colegio que había trabajado en ese medio para que me ayude a ingresar, pero ella me facilitó un contacto en Ecuador TV. Ellos sí aceptaron mi carpeta y a las 2 semanas me llamaron para hacer mis prácticas.

¿Qué expectativas tenía cuando llegó al canal?
Fue interesante, porque antes no había visto la televisión pública, hace cuatro años cuando ingresé no llegaba la señal a mi casa, pero acepté vincularme con la televisión porque quería probar en qué medio de comunicación me podía desenvolver mejor. En ese tiempo tuve a mi segundo hijo, Julián, y no podía hacer las 8 horas de pasantía. El canal me dio la oportunidad de fraccionarlas en 4 horas diarias, y eso me las extendió de mes y medio a tres meses.

¿Y cuál fue el primer proyecto en el que participó?
Al mes y medio de hacer las prácticas me ofrecieron un segmento de salud porque sabían que había estudiado medicina; hice el casting y comencé a laborar con este espacio de 3 minutos dentro del noticiero ‘Gente al día’ que se transmitía por la mañana tres veces a la semana. A los tres meses se presentó la oportunidad de estar en el noticiero dominical y dejé el segmento. Desde hace 2 años estoy en el noticiero de la mañana y me gusta mucho hacer la reportería.

¿Algún tema que prefiera?
Los temas sociales. Creo que el hecho de haber estado involucrada con la medicina hace que me incline por temas de prevención, salud, educación, darle recomendaciones a la gente para que su modo de vida sea mejor. Pero si tengo que cubrir temas de economía o de política, lo hago.

¿Qué tipo de coberturas la han impactado?
Cuando cubro los deslaves y la gente que pierde sus casas, por un lado por la naturaleza, pero también porque la persona es confiada y se deja llevar por los traficantes de tierras, toma malas decisiones y deposita sus ahorros donde la inversión no es buena. Ese es un círculo que lleva a que pasen tragedias, lo he visto en diferentes coberturas y es un tema que me pega mucho. Me impacta el drama humano.

¿Le gustaría probar otro ámbito de la comunicación?
Como periodista quiero mantenerme en la televisión, tal vez contribuir en radio pero colaborar en un espacio pequeño, porque uno de mis planes es hacer un tipo de revista en donde hable sobre salud, educación y cultura pero sin dejar la tv. A futuro me gustaría dedicarme a la docencia, eso es algo que también me llama mucho la atención. Quisiera dar clases en educación media o superior y con los estudiantes seguir creciendo y aprendiendo, y demostrarle un poco o mucho de lo que yo sé.

¿Retomaría la medicina?
Ya no. Reconozco que en su momento me costó el cambio, y no es que me haya arrepentido, pero me dolió mucho haber cambiado de profesión. Pero después me di cuenta que el periodismo y la medicina tienen muchas cosas en común porque son dos carreras en las que el objeto es el ser humano. Como médico tratas de salvar vidas y mejorar la salud de las personas, como periodista haces eso y mucho más porque somos como una ventana a través de la cual la gente puede dar a conocer sus problemas y dificultades, y tratamos de que quien tiene la solución haga algo por esa persona. Somos como unos mediadores, pero es una profesión muy humana, así que hoy puedo decir que amo lo que hago.

¿Cómo es su jornada de trabajo?
Me levanto a las 04:30 y el recorrido del canal me pasa viendo a las 05:00. Llego al camerino, me maquillan, me peinan, y luego reviso los libretos. El noticiero se transmite de 07:00 a 08:00, después desayuno con mis compañeros; la reunión editorial es a las 08:00, en donde como periodista debo proponer siempre un tema de acuerdo a nuestras fuentes. Eso está sujeto a que el director lo apruebe, y si no le convence lo que sugerimos también nos ajustamos a una agenda. Luego salgo a reportear, es lo que me encanta porque en la calle se ejerce el verdadero periodismo y se conversa mucho con la gente. Creo que si estuviera 8 horas diarias en una oficina me volvería loca a la semana, nada mejor que conocer nuevas cosas y ayudar con tu trabajo a aquellos que tienen una necesidad. Los reportajes salen al aire a las 14:00 y ahí termina mi jornada de trabajo.

¿Ese horario le permite compartir con sus dos hijos?
Sí, es perfecto para mí porque a las 15:30 ya estoy en mi casa. Soy mamá de una niña de 12 años y uno de 4, así que puedo ayudarlos en sus deberes, conversar, ver películas y sacar el máximo provecho con ellos porque me gusta estar en casa. Mi esposo es médico y lo conocí en la universidad. Los fines de semana se los dedico a la familia, especialmente cuando no estoy de turno -hago uno cada dos meses-, pero muchas veces el viernes en la noche escapamos de la ciudad a una propiedad que tenemos en Guayllabamba, en donde hacemos de todo, nos ponemos a cosechar, a bajar aguacates de los árboles, jugar fútbol, lo que sea, nos gusta tener contacto con la naturaleza y compartir en familia.

¿Paula ha demostrado inclinación por la televisión?
Mi hija es la sorpresa inesperada más hermosa de la vida. Tenía 18 años cuando quedé embarazada, fue difícil, pero ahora puedo decir que voy a disfrutar mucho de Paula porque soy una mamá joven y las dos compartimos muchas cosas, ella es muy dulce, un ángel completo. No ha demostrado inclinación ni por el periodismo ni la medicina, a ella le gustan las cosas manuales, por ejemplo: la gastronomía, las manualidades, el diseño de modas. Yo la apoyaré en lo que decida ser, pero le he dicho que en cualquier cosa que haga debe ser la mejor y amar su profesión.

¿Cocinan juntas?
Los fines de semana sí, pero no soy amante de la cocina, prefiero ver a mi hija hacerlo. Con quien ella cocina es con la abuelita, la mamá de mi esposo, porque también ama cocinar y le enseña varios platos. A mí me gusta ver que los prepare, los adorne y me los sirva, porque me doy cuenta que eso la hace feliz.