La última película de Meryl Streep, The Iron Lady (La Dama de Hierro), donde la polifacética actriz encarna a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, se estrenó este fin de semana en Pekín, más de un mes antes de que llegue a los cines de Estados Unidos y Europa, y con la presencia de la propia protagonista.

El estreno pequinés, algo pocas veces visto antes en películas europeas o americanas, fue ante un público limitado, invitado con ocasión del Foro China-Estados Unidos de Arte y Cultura, que ha llevado a Pekín a Streep y otras celebridades estadounidenses, como el director Joel Coen, la escritora Amy Tan o el músico Yo-Yo Ma.

“La película ha sido escrita por una mujer, dirigida por una mujer, y ambiciona llegar a audiencias a las que no se les ha tenido en cuenta últimamente”, destacó Streep en una entrevista a la agencia oficial china Xinhua.

Streep subrayó que el filme se centra en la salida del poder de Thatcher, que dirigió la política del Reino Unido entre 1979 y 1990: “Es sobre aquello a lo que renunciamos después de una vida ambiciosa”, comentó la actriz, una de las más nominadas a los Oscar de la historia (16 veces, de las que ha ganado dos).

Sobre las posibilidades de que The Iron Lady le ayude a una decimoséptima nominación, la actriz de New Jersey se mostró comedida: “No se hizo para ganar premios”, señaló a los periodistas chinos.

Streep también subrayó que la figura de Thatcher le atrajo ya en los 70, cuando la política británica logró ser elegida para primera ministra, pese a que no compartiera sus ideas conservadoras: “Fue una líder muy fuerte en una época donde una mujer mandataria era algo extremadamente raro”, admitió.