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Durante concierto ‘antología desordenada’ interpretó 20 temas

Serrat es tan cantante como contador de historias

Joan Manuel Serrat, quien se describe como un latinoamericano de Barcelona, cantó en la Casa de la Cultura. John Guevara / El Telégrafo
Joan Manuel Serrat, quien se describe como un latinoamericano de Barcelona, cantó en la Casa de la Cultura. John Guevara / El Telégrafo
20 de noviembre de 2015 - 00:00 - Redacción/ Telemix

A las 21:00, vestido de saco y pantalón oscuro, sin corbata, y con un dominio escénico que data de sus 50 años de trayectoria musical, el cantautor español de origen catalán, Joan Manuel Serrat apareció en escena, y cautivó al público de la capital la noche del miércoles en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Es que el recorrido de cinco décadas en la música no ha sido en vano, Serrat agradeció la presencia de los asistentes, y de sus seguidores en estos años, que en sus palabras le han permitido ‘ganarse la vida haciendo lo que le gusta’.

El artista inició con el tema ‘El carrusel del Furo’, que tiene una lírica poética sobre reflexiones de la vida. “Cuando la llama de la fe se apague, y los doctores/no hallen la causa de su mal, señoras y señores”, cantó y la gente lo ovacionó.

Casi de inmediato, al comenzar la segunda canción ‘De vez en cuando la vida’, la garganta al parecer le jugó una broma, porque tosió por unos instantes, y tuvo que parar la interpretación para beber agua de un vaso.

El público, con cariño y paciencia, lo aplaudió en ese ‘minuto eterno’ de espera. Con su experiencia adquirida, un Serrat sonriente y seguro, reinició el tema sin problemas y continuó el show.

Serrat se dirigió a los asistentes, y brindó una pequeña cátedra de historia para comentar sobre la conmemoración de los 100 años que cumplirían personajes como Frank Sinatra, Ingrid Bergman. Los 500 años de la ciudad de Santiago de Cuba. Todo eso, para afirmar que en este 2015, él mismo celebra sus 50 años de carrera musical, que “no es poco, pero tampoco es demasiado”, manifestó a la audiencia. Entonces, la velada siguió con temas clásicos como ‘Mi niñez’ (1970), ‘Hoy por ti, mañana por mí’.

Serrat, también conocido como el ‘Chico del Pueblo Seco’ cantó algunos temas de pie, pero no se quedó quieto en ningún momento, pues caminaba al ritmo de su música por todo el escenario, ya sea dirigiéndose a los asistentes, o a los ‘caballeros’ –así describió a los 5 músicos- de la banda que lo acompañaron. En otras canciones, se animó a tomar una guitarra acústica, como en el tema ‘Tu nombre me sabe a hierba’. Continuó con ‘Niño Silvestre’, y ‘Algo personal’, que es una fina sátira sobre los hombres poderosos.

El nombre de la gira musical es ‘Antología desordenada’. Serrat afirmó que todo concierto en cierta medida también es un completo desorden de temas, ya sea preferencia de él o del público.

Una ‘prehistoria’ musical

Aquello era el preámbulo para cantar canciones, que las calificó como parte de su ‘prehistoria’ musical, en el idioma catalán como ‘Cancó de Bressol’ (Canción de cuna), dedicada a su madre, y (Ara que Tinc Vint Anys), ‘Ahora que tengo 20 años’, tema que ha sufrido por parte de él mismo, una mutación en el tiempo.

Serrat relató, -con su sentido del humor-, que compuso ese tema en su juventud, cuando él precisamente cumplió 20 años. Con el tiempo, el calendario y el espejo ya no era el mismo, por lo que quiso “jubilar” al tema. No lo hizo, cuando él cumplió 40, simplemente le cambió de nombre y la “rebautizó”, como ‘Hace 20 años que tengo 20 años’, con el único fin de darle vigencia’. “Aquello era un signo de complicidad para los cuarentones”, contó con nostalgia.

Y la siguió cantando por dos décadas más, hasta llegar a como se la conoce hoy, que es ‘Hace veinte años que digo que hace veinte años que tengo veinte años’. El público celebró con risas y aplausos la anécdota. “El problema es que ahora no sé cómo llamaré a la canción cuando cumpla 80 años”.

A esas alturas, Serrat ya había dominado completo el show, entre reflexiones sociales, poesía, y la interpretación de sus temas como ‘Disculpe El Señor’, que es una metáfora sobre la situación de la pobreza, y la indiferencia de la sociedad. Continuó con ‘Me gusta todo de ti’, y luego una canción muy emotiva dedicada a los hijos llamada ‘Esos locos bajitos’.

El ambiente se tornó mucho más festivo con su tema ‘Para la libertad’, y su tradicional canción ‘Mediterráneo’ (1971). Casi al terminar la presentación, el público visiblemente animado, decidió convertirse por unos instantes en coristas y lo acompañaron cantando: ‘Caminante no hay camino/ se hace camino al andar’. Se despidió por unos instantes. Volvió e interpretó los temas ‘Lucía’ y ‘Aquellas pequeñas cosas’.

El cantautor no quiso despedirse sin dar explicaciones al público del extraño motivo de la tos en la segunda canción.

“Si alguna vez ustedes van a brindar un concierto, jamás…pero jamás coman tostaditos”, sugirió. “Los tostaditos te enamoran, y al final….te joden!”. Los asistentes lo ovacionaron, y se pusieron de pie. (I)

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