El cine de Hitchcock influenció en mí, pero a través de otro cineasta: Jonathan Demme. Mi cinta favorita, ‘El Silencio de los Inocentes’, fue grabada imitando el estilo del manejo de suspenso de Hitchcock.

Cuando hice mi película ‘La Descorrupción’ (2015) tomé ese estilo de referencia, especialmente en la construcción del personaje principal (una chica -31X- que se convierte en asesina). Sabía que el truco con esos personajes, a veces, es no darles una historia trágica que motive su transformación. El personaje de Norman Bates funcionó en ‘Psicosis’ porque su motivación se mantuvo como un misterio hasta el final y casi no se explicó la obsesión por su madre.

Lo mismo ocurre con Buffalo Bill y Hannibal Lecter en ‘El Silencio de los Inocentes’. Aunque en ‘La Descorrupción’  31X vive  atormentada por la corrupción, no se ahonda a profundidad en su motivación. Es más como una compulsión y creo que eso es lo que logra causar intriga en el espectador.  

Si tuviera que escoger una película de Hitchcock como mi favorita sería ‘Vértigo’. Tengo una debilidad por personajes que sufren de fobias. Eso sumado al uso calculado del color. La identificación de los personajes con un color determinado en su ropa y utilería. El detective Ferguson con el rojo, y la mujer (Madeleine), a la que debe investigar  -y de quien luego se enamora-, con el verde. Ese juego de contrastes y simbolismos.

También admiro la manera cómo Hitchcock logró transgredir las normas. En la época cuando él hacía películas no se acostumbraba a filmar escenas de violencia en el grado al que estamos expuestos ahora. Temas como el de ‘Psicosis’ no eran considerados  atractivos para el cine. Hitchcock  tenía un instinto para el suspenso. Sabía cómo construir intriga al contar una historia. Algo en lo que fallan muchas películas en la actualidad. (I)