Cuando Patty Salcedo se subió a un escenario por primera vez tenía 3 años de edad y desde entonces no cesa de danzar flamenco, un característico baile español que evoca sentimientos, pasiones e inclusive misterios.

Profesionalmente lleva un poco más de tres décadas de trayectoria artística y ha destacado dentro y fuera del país.

Como maestra se ganó el corazón, respeto y admiración de cientos de alumnas que en su academia han pasado a lo largo de muchos años. Su carisma y sentido del humor contrasta con la seriedad que adquiere en un abrir y cerrar de ojos, para que sus aprendices capten perfectamente las destrezas de este baile.

Y es precisamente toda esa pasión y el derroche de colores que se desprenden de los vestidos que se usan para este baile lo que admiraron cientos de personas que se dieron cita, la noche del miércoles, en el teatro Sánchez Aguilar, en una velada que se inició a las 20:30 y que se extendió hasta la medianoche.

En este espectáculo prácticamente hubo de todo, ya que la destacada bailarina y maestra no solo dio lo mejor de sí con su zapateado, sino que sus alumnas también tuvieron la oportunidad de demostrar sus aptitudes artísticas a través de otros ritmos como el break dance y el hip hop.

Sin embargo, el flamenco fue el protagonista de la noche. Esta danza no ‘narra’ una historia concreta, pero sí un paseo de emociones y dualidades en su personalidad como la fortaleza y la fragilidad, el silencio y el ruido, el orden y el desorden, lo tradicional y lo vanguardista, lo pagano y lo santo.

Dualidades que no solo están implícitas, ya que -hasta cierta forma- están escondidas en la música y que descubrimos en cada taconeo y entre puntas y golpes.

En la primera parte de la velada, las aprendices de la reconocida bailadora demostraron lo enseñado bajo el compás de ‘El gato montes’, ‘Dance again’, ‘La bien pagá’, ‘Some days you gotta dance’, ‘Tangos’, ‘Boogie wonderland’, ‘I’m sexy dance and I know it’, ‘Por alegrías’, ‘Shake it up’ y ‘El año pasado por agua’.

La pasión y entrega que cada una de las estudiantes demostraron sobre la tarima de la sala principal del teatro no solo se vivió sobre el escenario, sino también en las butacas, en donde el público rompió con los protocolos y tomaron fotos a las danzantes, lo cual no es permitido en este tipo de espectáculos, ya que desconcentran a las artistas. Los organizadores tuvieron que hacer un segundo llamado de advertencia por el bien del evento.

En la última parte del show las bailarinas siguieron el ritmo de ‘Fusión flamenca hanuman’, ‘Who’s that chick’, ‘Princesas’, ‘De boca en boca’, ‘Tarantela’, ‘Sweet dream’, ‘Madres e hijas’, ‘I just came to say hello’, ‘Tu amor’, ‘Farruca’ y ‘Scorccio’.