Aunque a unos los mueve su pasión por el punk, a otros el heavy metal y el rock alternativo, todos basan su desarrollo por la existencia de movimientos que impulsan a bandas independientes. A través de conciertos y festivales, que estos organismos realizan, esas bandas proponen sus estilos.

Uno de esos movimientos es Unión Punk. Ramón Villacreses, quien es uno de sus mentalizadores, cuenta que este movimiento surgió en 1997. Recuerda que para ese año su banda G.O.E, en la que él canta y toca el bajo, junto con otras como 69 Segundos y Agente 86, se pusieron de acuerdo y armaron una pequeña presentación en casa de uno de los integrantes.

El concierto, al que 30 de sus mejores “panas” asistieron, lo denominaron como The Monters of punk. Luego cambió por Unión Punk. Un nombre que, según Moncho, sin proponérselo marcó el nacimiento del movimiento como tal.  

Desde ese entonces los conciertos  en garages, patios y terrazas -que alquilaban bajo su autofinanciamiento-  empezaron a aumentar, al igual que  los grupos punkeros.

El músico asegura que los mejores momentos que vivió Unión Punk fueron entre 2003 y 2005, con los shows que organizó junto a sus amigos  Roberto Coello, Christian Freire y Xavier Zurita, al traer a NOFX y 2 Minutos para eventos en el Skate Park.

“Con Unión Punk se crearon escenarios en los que se daba la oportunidad a géneros y talentos rechazados. Se fomentó la creatividad local”, asegura Moncho, quien actualmente produce un documental en el que relata  la historia de este organismo.

Por el momento este movimiento no está activo. Únicamente él mantiene una página de Internet en la que sube las presentaciones de grupos de punk.

Precisamente eso fue lo que motivó a Iván Casanova a retomar el trabajo que realizaba ese movimiento, pero a través de su productora Jardín Atómico. Desde hace tres años el vocalista y zurdo guitarrista del grupo 69 segundos se dedica a la organización de conciertos y, al igual que Moncho, ha perdido lo que invirtió para lo que serían las presentaciones de grupos de punk. “Es como si haya mutado, pero para mostrarlo como nuevo”. 

Según Iván, el próximo paso es montar una disquera, en la que las bandas tengan un lugar donde puedan grabar sus temas como sucede con Trucho Records.

Garage Band, bajo la dirección de Omar Dimitrakis, es otro de los movimientos que apoya a las bandas underground. A diferencia de Unión Punk, este apunta a la música alternativa. Dimitrakis, quien no es seguidor de un género específico, cuenta que Garage Band surgió  hace dos años y medio  como un programa musical on line, en el que se promovía la música de grupos independientes. Todo era  parte de un proyecto para una  materia  cuando cursaba en el ITV.  

Sin embargo, desde hace un año el proyecto tomó la forma de un movimiento al organizar conciertos, entrega de premios a bandas independientes. Este año Dimitrakis junto a su equipo formado por Verónica Maldonado y Andrés Mite,  se aventuró a realizar  el primer festival de música denominado Más rock del garage en la Plaza de Artes y Oficios (PAO, explanada del Centro Cívico).

“Lo que buscamos es demostrar que aquí hay buena música, así como  Quito tiene al Quito Fest, Guayaquil también puede tener su gran evento”, dice.

Rock Guayaco es uno de los más recientes que se creó  en noviembre del año pasado. Helmut Jeremías, quien lleva más de 20 años trabajando en la organización de conciertos, cuenta que la intención de  este movimiento  es continuar con el trabajo que él emprendió hace siete  con La Guerra de Bandas. Ahí han nacido bandas con temas inéditos. Otras se consolidaron.

El jueves pasado el evento realizó su sexta edición. Playa Fest, la Semana del Rock y Guayaquil Rock Fest son festivales que hace tres años organizó Jeremías. Según él, su movimiento ha logrado el apoyo del Ministerio de Cultura y el M.I. Municipio de Guayaquil.

En Quito los organismos rockeros datan de más tiempo. Al sur del cielo de Quito tiene años. Diego Brito, quien es su director, relata que su creación fue en 1986 cuando junto a otros amigos del barrio caminaban por las calles de la Villaflora y vieron la concha acústica como el lugar apropiado para tocar con sus bandas. “La necesidad de encontrar un espacio en el que pudiéramos expresarnos como músicos hizo que eligiéramos ese lugar; ya otros grupos tenían tomadas otras zonas”, relata Brito.

A partir de ese momento el sitio se convirtió en el encuentro de bandas rockeras capitalinas. Con ellas  más tarde Brito planificó el primer concierto denominado Rock por la vida, que luego cambió por Al Sur del cielo. Y con ese nuevo nombre se estableció la presentación de este festival, cada 31 de diciembre.

Pero este no fue el único evento que este organismo organizó con ese nombre. Antes lo denominaron Los Defensores del rock y Rockero liberal. También existen otros eventos masivos como  La Semana del Rock, que ya lleva diez años efectuándose de forma itinerante en Quito y Guayaquil.

A este festival se añade  el Festival del Día Nacional del Rock,  que desde hace tres años se realiza cada 30 de septiembre. Son solo algunos de los organismos que mueven la escena del punk, el rock y la música alternativa.