Desde el primer segundo que Los Gaitanes subieron al escenario, la energía que proyectaban bastó para poner a bailar a los asistentes que llegaron hasta la plataforma del IMAX a formar parte del concierto que una marca de helado organizó.

Al ritmo de grandes éxitos salseros como El día de mi suerte, que Héctor Lavoe hizo popular, el dúo panameño propuso aplacar el frío que corría por la cercanía del río Guayas pidiendo palmas y que los siguieran en los pasos de baile que hacían.

Los ánimos aumentaron más cuando al son de su Taca taca, uno de sus grandes clásicos, los presentes convertían el lugar en una pista. Y aunque amagaron con bajarse del escenario, para estar más cerca de los presentes, Los Gaitanes desempolvaron La murga de Panamá y posteriormente pusieron el toque romántico con Tú ni te imaginas.

Luego de una pequeña pausa, el turno de la protagonista del recital, Mirella Cesa, había llegado. La intérprete optó por iniciar su presentación con canciones cargadas de historias de amor, como El amor es, donde demostró su dominio con la guitarra. Otras que le siguieron fueron Él, Este amor que, contó, compuso con su hermana y Juego de tres, para lo que la cantante tomó su charango.

Acompañada por seis músicos, entre bajista, baterista, guitarrista y sin olvidar sus instrumentos andinos, Mirella continúo su presentación acústica con más temas.

De esos guardaba una sorpresa que desveló cuando llamó a sus amigos Ricardo y Alberto para que la acompañaran en la interpretación de un tema que hace poco ellos compusieron. Se trataba de Inventaré, una bachata con la que la intérprete se mostró más sensual.

La cantante, que prepara una visita a Venezuela, y además culmina la producción de su nuevo disco, se despidió de sus seguidores con una de sus famosas canciones Manantial de caricias, después de haber cantado Eclipse, La pregunta de cajón, Digan lo que digan y otras.