Un Piero intacto, con la misma fuerza en su voz, carisma y melena, como hace 20 años que llegó por primera vez a Cuenca, se presentó el viernes anterior en el concierto denominado “Aún no hicimos lo mejor”. Quizás ahora con una diferencia. A Piero se sumaron los jóvenes a cantar sus temas que fueron entonados por otras generaciones.

Vistiendo una camisa blanca abierta que dejaba ver una camiseta negra y zapatos deportivos, informal como es su característica, Piero subió al escenario en medio de los aplausos en el que más de 900 personas lo esperaban para corear sus canciones y recordar también viejos tiempos.

“Muchas gracias Cuenca”, manifestó el cantautor luego de entonar su primera canción, un tanto desconocida para algunos. Pero cuando el argentino tarareó un poco de la famosa canción “Yo vengo”, el primer grito de la noche se escuchó. “Buena Piero”, gritó un joven desde su asiento.

El artista continuó con otra de sus conocidas “Y todos los días”, que los asistentes respondieron coreando la estrofa que reza: “Y todos los días los diarios publicaban porquerías, todos los días”. La misma que se escucha como fondo en las cadenas sabatinas, que realiza el presidente Rafael Correa.

“Es un artista que no pasa de moda, sus canciones las cantó mi padre y ahora también la estoy cantando yo”, dijo Cristian Mora, quien había llegado hasta el Centro de Convenciones del Mall del Río de Cuenca, en compañía de su enamorada, que no pasaba de los 23 años.

La joven pareja fue solo una de las tantas que se dieron cita en el recital del cantautor, de 67 años, de origen italo-argentino, que entre la década del 60 y 70 se ganó un lugar como figura de la canción protesta, por todo lo que imprimía en sus composiciones y que reflejaba lo que se vivía en aquellas épocas.

Por eso, en su presentación no olvidó desempolvar “Tengo la piel cansada de la tarde”, con la que puso el toque nostálgico a la velada íntima. Fue en ese momento que quienes habían llegado acompañados se abrazaron y lo siguieron en los coros. 

Luego Piero tomó su guitarra para continuar con más temas como “Juan Boliche” y “Pedro nadie”. A ese sentimiento de recuerdo y a la euforia que se vivía hubo un paréntesis cuando Piero soltó “Sólo un gorrión”, otro de los temas nostálgicos de la noche que si bien fue poco conocido para los asistentes no tardó en cautivarlos por su forma de interpretarlo y la entrega que ponía en el escenario.

Lo mismo ocurrió cuando al entonar “Llegando... llegando”, los silbidos por parte del público se sumaron al sonido de los instrumentos de los músicos que acompañaban a Piero.

“Esta canción me hace acordar de mi vida como estudiante en la universidad... Oh Dios cuantos recuerdos me hace revivir este señor”, dijo Lorena Fajardo que estaba acompañada de su esposo. La noche avanzó y Piero no dejó de homenajear al fallecido Facundo Cabral al cantar  “No soy de aquí, ni soy de allá”.

Aún quedaba un tema más por desempolvar. Quizás el más esperado, sobre todo para quienes hoy celebran el Día del Padre.

Se trataba de “Mi viejo”, ese tema que llevó a Piero a ganar popularidad en diferentes rincones del mundo y que esa noche se transformó en todo un “himno” para mujeres, jóvenes y padres.