El portugués Manoel de Oliveira, a sus 105 años de edad, es el director de cine más veterano del mundo. En plena actividad estrena mañana, en el Festival de cine de Venecia, su nuevo cortometraje ‘O Velho do Restelo’ (’The old man of Belem’).

El flme de 19 minutos se proyectará en la selección oficial del certamen fuera de competición, afirmó ayer la productora O Som e a Fúria.

En el cortometraje De Oliveira, que cumplirá 106 años en diciembre, vuelve a reflexionar sobre la historia de Portugal a través de los textos de Luís de Camões y Miguel de Cervantes.

El argumento del corto está tomado de parte del texto ‘O Penitente’, del poeta portugués Teixeira de Pascoaes (1877-1952).

La obra está interpretada por los actores Luís Miguel Cintra (Camões), Ricardo Trepa (Don Quijote), Diogo Dória (Teixeira de Pascoaes) y Mário Barroso (Camilo Castelo Branco), indicó la productora.

‘O Velho do Restelo’ está inspirado en el personaje homónimo creado por Camões en la obra ‘Os Lusíadas’, que simboliza a personas pesimistas y reaccionarias acerca de los descubrimientos portugueses.

El Festival de Venecia ya premió a De Oliveira con el León de Oro en 1985 por el filme ‘O Sapato de Cetim’.

La filmación de ‘O Velho do Restelo’, tuvo el apoyo del secretario de Estado de la Cultura de Portugal, Jorge Barreto Xavier, y el respaldo de la ministra de Cultura y Comunicación de Francia, Aurélie Filippetti, país en el que De Oliveira es muy apreciado.

De Oliveira, considerado el cineasta portugués de mayor renombre internacional, es autor de cerca de 60 filmes, entre cortos, documentales y largos, caracterizados por su perspectiva cultural e histórica, a través de las que procura encontrar armonía entre la palabra y la imagen.

El centenario cineasta ha superado, entre 2012 y 2013, algunos problemas de salud que han requerido hospitalización.

Desde 1975 elige un cine estático, rueda con planos fijos: “¿Tú mueves la cabeza a lo loco para mirar algo? No, la cosas se mueven delante de ti, y tú las sigues a veces en una panorámica”, ha dicho.

Sus películas narrativas se caracterizan por una marcada teatralidad y una casi constante reflexión acerca de la naturaleza del arte, el espectáculo y la complejidad del ser humano.