La Mofle es Flor María Palomeque y viceversa. Sus “denutrida”, “amarilleta”, “eta” o “esa movida me cabrea” son el reflejo de lo que la actriz guayaquileña ha visto desde cuando residía en Sauces II; en el  colegio Veintiocho de Mayo, donde se graduó, o en las reuniones sociales y hasta de sus allegados.    

“Muchos desconocen que mi personaje se ha enriquecido mucho con las costumbres de gente cercana a mí. Por ejemplo, el ruido que hago con la boca cuando quiero tener sexo con el Panzón surgió de Fernando Bohórquez que fue esposo de una de mis hermana. Lo mismo pasa con el eso del “guri, guri, guri” con el que se llama a los pollos en el campo”, relata la actriz que desde mañana tendrá 32 años y ayer cumplió diez de haber conocido al también actor Roberto Chávez con quien se casó en 2006 y procreó a Robertito (2 años) e Isabella (8 meses).  

Y aquello del campo lo sabe muy bien porque su madre y abuela nacieron en Colimes de Balzar, un pueblo montubio del Guayas. Y lo sabe aún más porque durante su época colegial solía visitar Colimes durante las vacaciones.  No obstante, la actriz que esta noche -desde las 20:30- presenta su “Moflólogo” en el Teatro Fedenador, se considera una persona muy observadora, espontánea y sencilla que convive con su personaje de La Mofle.     

Su show durará una hora y media. En él se revelará los orígenes del personaje, que surgió hace una década en “La pareja feliz”, uno de los “sketches” del programa “Vivos” y que después se convirtió en una telecomedia. Según la actriz y su esposo Roberto, el contenido del espectáculo contendrá muchas sugerencias de sus seguidores en Twitter (@moflologo). “Una de ellas son los ‘tips’ de belleza”, dice. 

Cuenta la actriz que el proyecto surgió el año pasado cuando aún llevaba dentro de su vientre a su hija Isabella durante una conversación con Catrina Tala, una amiga suya.

Roberto Chávez cristalizó la idea y convenció a Xavier Pimentel para que escribiera el guión del Moflólogo, nombre que se le ocurrió a David Reinoso, el eterno compañero de reparto de Flor María, quien es hija de padre azogueño y empezó su carrera cuando tenía 17 años. 

“Yo estaba en la academia de modelaje de Flérida Staff. Me había hecho amiga de ella. Un día me propuso hacer un ‘casting’. Y le dije: ‘qué tengo que hacer?’. Y ella me respondió que quizá me pedirían que bailara. Acepté, pero al principio no me pararon bola. Luego me llamaron de TC (Televisión) para ser modelo bailarina. Ahí empecé en ‘A todo dar’ y al poco tiempo estaba en ‘Ni en vivo ni en directo’. Era 1997”, recuerda la actriz, quien en aquella época ganó notoriedad por el baile de La Mosca en la que ella movía sus posaderas, con la ayuda de sus piernas.

Según ella ocurrió cuando el productor del programa la vio hacer eso durante  los descansos con sus compañeras.
“Yo siempre quise estar en la televisión y no me veo en otro sitio que en ese. No lo sé, quizás estaría metida en algo que tuviese que ver con la publicidad”, responde la intérprete de Aída y Xiomara, dos de sus roles dramáticos, cuando se le pregunta qué habría sido si no hubiese aceptado esa audición para la televisión. 

Y precisamente “Ni en vivo ni en directo”, que integraban David Reinoso, Jorge Toledo y Galo Recalde,  fue el programa en el que ella saltó del baile a la actuación. 
Empezó a ganar notoriedad con personajes como “Rachita”, la novia de “Rachito”, la parodia que Reinoso hacía del conductor Rashid Tanús.

Luego llegaron los dramatizados “Amores que matan”, “El Cholito: la telenovela” y “Mostro de amor”.
“Allí interpreté roles muy parecidos (Aída y Xiomara), que sufren mucho”, recuerda la actriz quien hizo cursos en las academias de modelaje de Denisse Klein y Ximena Carchi antes de Flérida Staff. No obstante, Flor María Palomeque Guadamud considera a La Mofle como su personaje más querido.

La Mofle es mandona. Se considera bella y diva en potencia, aunque sus cejas unidas, bigotes, grasa abdominal y dentadura incompleta expresen lo contrario. Es la pinta que dista mucho de la que luce Flor María, la actriz sensual, pero sencilla y descomplicada. Solo le toma diez minutos de maquillaje para convertirse en La Mofle que hoy tiene un show propio y quiere regalarle una rasuradora y una faja de cumpleaños a su intérprete.