Un repaso por sus más de 40 años de carrera artística es lo que presenta el destacado pintor cuencano Jorge Chalco bajo el nombre de “Retrospectiva”, en la Sala de Arte Polivalente y Contemporáneo del Museo Municipal de Guayaquil, en la que resume su trayectoria.

A decir del maestro, este trabajo reúne los aspectos más importantes de su vida personal y como artista, puesto que en ella plasmó toda su pasión, entrega y amor por su entorno y sus raíces. “Esta colección muestra cuatro etapas bien marcadas de mi vida en estos cuarenta y tres años de trayectoria, en donde dejo ver todo lo que me ha tocado vivir en este tiempo”, sostiene.

La primera etapa llamada “Lo real y maravilloso”, en la que reúne trabajos de 1970 a 1980, el cuencano hace referencia a las fiestas populares de su ciudad natal y de la provincia del Azuay. “En el campo, cuando éramos pequeños, y hasta ahora, las personas se disfrazan para espantar a los pájaros que se comen los maizales, y también somos muy alegres en nuestras fiestas, en donde los globos y los atuendos de colores no pueden faltar. En ese aspecto parece que la vida es siempre una fiesta. Y es eso lo que transmití con mis trabajos durante ese tiempo”, relató el artista, quien en 1977 recibió la Mención de Honor, Salón Luis A. Martínez de Ambato.

La segunda etapa (1980-1990) llamada  “De lo real a los abstracto”, el pintor continúa con la línea anterior pero de manera “más subjetiva, distorsionada y mágica” porque “necesitaba un cambio, ya que nuestra vida es cíclica y no podemos quedarnos en un mismo lugar”, enmarcó el artista plástico, quien estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Cuenca, en 1968 a 1974.

“Vibraciones internas” se llama la tercera etapa de su colección, que resume sus trabajos efectuados entre 1990 al 2000, y hace referencia a todo “el dolor” que le tocó vivir a un gran número de ecuatorianos a causa del feriado bancario. “Esta colección es muy importante, porque fue un tema delicado para todos los ecuatorianos, más aún a los que nos tocó salir adelante a pesar de haber sido estafados por la banca corrupta, y obligó a muchas personas a comenzar desde cero e inclusive a salir del país para buscar nuevos horizontes”, explicó.

Chalco comentó que él tuvo que viajar a Estados Unidos porque no tenía fuentes de ingreso después del feriado bancario y perdió gran parte de su capital. “Me radiqué en Washington a comenzar nuevamente, a pesar de que ya tenía mis años en el arte y había hecho exposiciones importantes fuera y dentro del país. Lamentablemente ocurrió esto y nos estafaron. Tomé mis pinceles y marqué trazos para desahogarme de todo lo que me tocó vivir. Me fue difícil empezar porque son ciudades con otros niveles de vida, y me vi obligado a trabajar de lo que sea con lo que es mi arte”, manifestó.

Su exposición sobre los migrantes perjudicados de la banca fue expuesta en Viena e hizo un mural para las Naciones Unidas. Finalmente, Jorge Chalco presenta la colección “Imágenes profundas”, en donde hace “hincapié” a la parte psicológica de cada individuo y la necesidad de explicar “quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy”. “Esta colección es biográfica porque antes de ser artista soy una persona común y corriente con las mismas experiencias, sueños y necesidades de los demás, y por eso muchas personas se han sentido identificados con ella”, declaró.

Comentó además que mientras pintaba estos cuadros fue descubriendo nuevos “sentimientos de lo que realmente soy, como el cuadro que se llama ‘La legión de mis egos’, porque en cada persona tenemos una ciudad interna, en donde se convive con lo bueno y lo malo. A veces estamos maravillosos pero en ocasiones cambiamos nuestra forma de pensar”, comentó.

Después de esta muestra, que estará abierta hasta el próximo 16 de febrero, el pintor se dedicará a su nuevo proyecto, del que no quiso adelantar detalles pero que “sin duda alguna las personas conocerán una nueva faceta de mi vida”, concluyó.

¡ENTÉRATE!

Jorge Chalco ha llevado su arte a varias ciudades del exterior como Ámsterdam, Venecia, Río de Janeiro, Nueva York, Brujas, Gante, Washington, México, Viena, entre otras urbes.

En 1992 fue reconocido con la Mención Especial del Salón Internacional de Pintura Contemporáneo Latinoamericano: Ecuador-Perú.

En el 2002 recibió la condecoración a la Orden Nacional “Al mérito Cultural, en grado de Caballero” por el Gobierno Nacional.