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El Telégrafo
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Esculturas de cartón en las calles del suburbio de Guayaquil

Esculturas de cartón en las calles del suburbio de Guayaquil
30 de diciembre de 2014 - 13:45

Cada año queda al descubierto la creatividad e ingenio de los artistas urbanos guayaquileños que elaboran monigotes de gran tamaño que son quemados, en su mayoría, entre el 6 al 10 de enero del año siguiente, según las disposiciones de las autoridades.

Sin embargo, días antes de la quemazón las calles del suburbio de Guayaquil se convierten en galerías de arte al aire libre en las que se exhiben estas esculturas de cartón y madera y reciben cientos de visitas de curiosos, quienes aprovechan la escenografía para tomarse fotos y selfies. Eso sí, tienen que pagar entre $ 50 centavos a 1 dólar.

Los monigotes son variados y van desde personajes de películas taquilleras, series de televisión, dibujos animados o artistas. Por ejemplo, Wilson Montesdeoca, 32 años, rindió homenaje a su serie favorita, The Walking Dead, con 20 monigotes zombies que, en vez de atemorizar a los moradores de las calles Medardo Ángel Silva entre la 15 y 16, los entretiene y divierte.

"Desde que salió la serie me encantó. La tengo en pirata todas las temporadas y me encanta. Es la mejor que he visto en los últimos años", comentó este comerciante del mercado de José Mascote, quien trabajó 9 meses para recrear su "mundo zombie". Invirtió más de 2 mil dólares.

Una figura de 15 metros de Calamardo de la serie Bob Esponja adorna la calle 14 y Ayacucho. Fue hecho por Elías Briones, quien con una inversión de 700 dólares, levantó esta figura que será quemada el 10 de enero.
"Me ayudó dos amigos, mis hermanos y un primo a hacer este muñeco que quedó bacán. Todo esto se lo debo a un tío que me ayudó a elaborarlos desde que era pelado", dijo.

En la calle 28 y Argentina, un año viejo de El Chavo del 8 llama la atención de todo quienes transitan por ese sector. Fue elaborado por los niños del barrio en coordinación con Walter Cedeño Torres, un ingeniero comercial que labora en una empresa como contador.

Esta figura tiene 8 metros y está acompañado de un barril en donde las personas se pueden subir para sacarse una fotografía. "Este trabajo no es mío. Es de todos los niños del sector que sueñan y quieren ser alguien en la vida", acotó.

 

 

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