A pesar de haberse informado a comienzos de marzo que finalmente se avanzaría con la secuela de TRON: Legacy -una que básicamente se anunció con el estreno de aquella, en el 2010-, Walt Disney Pictures tomó la decisión de cancelar el desarrollo de la tercera parte en la franquicia, que tentativamente se titulaba Tron: Ascension. Si bien estaba previsto que Joseph Kosinski (Oblivion) volviera como director junto a los protagonistas Garrett Hedlund y Olivia Wilde, desde The Hollywood Reporter llega el dato de que se optó por no dar luz verde a la producción, algo que se suponía ya se había hecho.

El rodaje estaba previsto que comenzara en los próximos meses en Vancouver, Canadá, y la información indica que se había buscado a Jared Leto y Olivia Munn (Magic Mike, The Newsroom) para completar el elenco. No había detalles argumentales en torno a este film, cuya segunda parte encontró a Sam, el hijo de Kevin Flynn (Jeff Bridges) -el protagonista de la de 1982 que quedó atrapado en el mundo digital durante dos décadas-, metiéndose a la Red para encontrar a su padre. La secuela concluyó con Sam y Quorra dejando la Red, con lo cual se establecía que entidades de dicho mundo podían pasar al mundo real, algo que se hubiera abordado en la tercera parte.

El motivo que se indica para que este haya sido el resultado es que el estudio optó cortar por lo sano al ver el pobre desempeño de Tomorrowland en la taquilla mundial, que aún está muy por debajo de los 190 millones de dólares de su presupuesto -el cual asciende a 280 si se cuentan los costos de marketing-. Paradoja de la industria, el público protesta por la falta de originalidad en Hollywood y cuando se hace algo nuevo, se elige no verlo. Cómo esperar, entonces, que Disney no siga al desarrollo de films de Marvel, Star Wars o versiones live-action de sus clásicos animados. (I)