‘Corazón’, es el nuevo álbum de Carlos Santana, un disco que contó con la participación de varios músicos invitados, como Juanes, Los Fabulosos Cadillacs y Romeo Santos, a quienes el célebre guitarrista agradece su ayuda, aunque son ellos quienes se refieren a él como maestro.

“Es un honor que me llamen maestro, así llamo a Plácido Domingo, pero a él no le gusta”, afirmó el músico, quien intenta bajar el perfil a su imagen de ídolo. “No le pongo tanta importancia a cómo me ve el mundo, a lo más que le pongo importancia es cómo me veo yo en el espejo, y muy poquito, porque no me gusta mucho el espejo. Me gusta más internamente meditar o leer libros”, confirmó.

Editado por Sony, ‘Corazón’, que tuvo también la colaboración, entre otros, de Niña Pastori, Soledad, Lila Downs, Ziggy Marley, Wayne Shorter, Diego Torres y la esposa de Santana, Cindy Blackman, es el trabajo con el que Santana se ha acercado más a la música en español en sus 45 años de trayectoria.

Las 12 (15 en la edición de lujo) canciones se grabaron completamente en vivo en Las Vegas, donde vive actualmente el guitarrista, nacido en el municipio de Autlán de Navarro, Estado de Jalisco, México, en 1947.

“Todos vinieron desde Buenos Aires, Colombia, de Miami. Vinieron de donde vinieron y ofrecieron su corazón. Aquí lo grabamos, en Las Vegas, pero en vivo, oliéndonos, no es cosa de hacerlo como telegrama”, afirmó el intérprete de ‘Oye como va’. “Mi propósito siempre es complementar, nunca competir ni comparar, sino complementar a mis hermanos y hermanas, que traen sus corazones para colaborar, para hacer un buqué de emociones, de colores, de principios, un abrazo de divinidad”.

Ganador de 10 Grammys y tres Latin Grammys, Santana fue en diciembre el primer mexicano en recibir la medalla del Kennedy Center, máximo galardón otorgado en Estados Unidos para las artes. Santana estuvo de acuerdo en el hecho de que hacen falta más distinciones para los latinos.

Deberían de darlos cada semana, no solo cada año o cada 100 años, declaró. Deberían dárselo a César Chávez y a Dolores Huerta (activistas por los derechos civiles de los agricultores estadounidenses). A muchas mujeres y hombres que no son tan visibles como nosotros... son invisibles, y la gente nada más los ve cuando necesitan algo.

Santana vive en Estados Unidos desde principios de la década del 60, pero no se siente ni inmigrante ni exclusivamente mexicano: “Soy lo que soy, primero soy luz; aterricé en México y ahí aprendí los colores, el sabor, la música, los sentimientos, tanto orgullo, tanta nobleza. “No estoy limitado a nada más una bandera o un país. El patriotismo es prehistórico”, reveló.