Para los que se engancharon con la primera temporada de Yerba mala  nunca muere, agárrense de sus asientos porque serán testigos de una precuela con escenas crudas, aterradoras y macabras.

En esta ocasión, la trama de la serie web de CntPlay, producida por Beautyline, fue escrita por Pedro Ortiz, enfocándose en las fechorías de una bruja y sus servidores vampiros que cometen los más atroces crímenes para saciar su sed de sangre y cumplir con la tenaz venganza de esta malvada mujer.

Los 6 primeros episodios transcurren en el encierro de Luis (Danilo Esteves), un joven torpe y despistado que ha sido víctima de un secuestro por parte de Infelix (Issam Eskandar) y Demónica (Denise Arce), los siervos de la perversa Christa (Shany Nadán), propietaria de una discoteca.

En forma paralela, el capitán Marcos (Enzo Pizarro) realiza el peritaje de las víctimas que va encontrando en determinados lugares de Guayaquil con el mismo patrón criminal.

Irina (Bárbara Najas), una excéntrica forense encargada de analizar los cuerpos, lleva sus conjeturas hacia el plano de lo paranormal. Esta infidencia se la comparte a su adorado Vladimir (Jaime Solórzano), un músico de bajo perfil, quien por alguna extraña razón muestra interés en estos sucesos inexplicables.

Así empieza esta producción de 14 capítulos que, además de contar con un nuevo reparto de actores, sigue el hilo conductor de la superstición y lo sobrenatural, incluyendo efectos especiales diseñados por Miguel Ángel Neira, como el editor y postproductor de Beautyline.

“Yerba Mala 2 no se pensó en sí como en una serie sino como una película, a diferencia de la primera que fue al revés. Por lo que se la dividió en capítulos cortos. Además, en esta sí quisimos incluir efectos especiales porque obviamente venía con zombis y hechizos de brujas, así que fue necesario aventurarnos en aplicarlos”, señala Karla Ordeñana, vocera de la compañía.

Cuenta que al igual que Kikirimiau, serie que también produjeron, le dieron un giro completamente diferente a la historia sin que cada episodio sea predecible.

En esta antesala la trama se enfoca en la situación de Luis, el comunity manager que en la primera parte ayudaba al exagente policial Filipo Medici a buscar a la mujer que revirtiera el hechizo de su inmortalidad.

En los nuevos episodios se muestra otro aspecto físico de Luis. “En esta precuela se explicarán con detalles muchas cosas de su existencia”, revela Ordeñana.

Lo sobrenatural atrajo al elenco

“Para construir este personaje (Christa) le busqué un caminar, un tempo y tono de voz. Es de esas mujeres que son capaces de hacer cualquier cosa por conseguir lo que sea; no tiene límites, es muy cautelosa y estratégica”, comenta Nadán, quien describe a su personaje como una mujer vengativa, con ansias de poder pero siempre maternal por ese deseo incontrolable de perjudicar a quien le arrebató a su hija.

Dice que no la construyó como la clásica bruja que se ríe a carcajadas, al contrario, la concibió elegante, con clase y manipuladora.

A Issam Eskandar también le atrajo el libreto, porque nunca había interpretado a un vampiro. “Este personaje es callado, analítico, tiene una personalidad seca, con un temperamento fuerte ya que se pone molesto por todo y sus debilidades son la sangre y el sexo, además de su hermana y la jefa (Christa).

Cuando lo construí me enfoqué en la actitud de Chris Ángel (ilusionista estadounidense)”, asegura el actor que caracteriza a Infelix.

En cambio, para Jaime Solórzano, quien toma el rol de Vladimir, esta fue su incursión en la actuación  puesto que es músico profesional. “Me gustó el personaje porque es un rockero, en este caso creo que es la actitud que seguramente intento tener ante la vida. De ahí partí. Él se va ablandando y poco a poco demostrará el porqué de su actitud. Es raro, siniestro, a veces grosero y sí tiene algo entre manos”.

Bárbara Najas cuenta que se divirtió interpretando a Irina, sobre todo porque comparte su pasión por los temas sobrenaturales. “A ella la pude hacer rápido porque es totalmente diferente a las demás, es una chica loca, muy extrovertida y con un tic de tener un chicle en la boca. Con Vladimir vivirá un loco amor, fugaz y hermoso. La amo”.

Mientras que Enzo Pizarro tuvo que desdoblarse del rol de malo y sicario que desarrolló en Kikirimiau, para transformarse en este agente policial. “Quise darle ese toque un poco más intelectual. Fue mi idea usar lentes, pues generalmente es raro porque todos los policías son de acción y no los usan. Tiene un temperamento fuerte, personalidad definida e inteligente”, detalla Pizarro, quien dice que este personaje le amplió sus creencias en temas que no tienen explicación.

Todos los viernes, a partir de las 16:00, en la plataforma de www.ctnplay.com, un nuevo capítulo de Yerba mala nunca muere 2 se sumará a esta temporada que inició en septiembre. (I)

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El origen de la serie se centra en la inmortalidad

La primera parte de esta serie que fusiona la ficción y la comedia narra el conflicto existencial de Filipo Medici (Andrés Pellacini), quien nació en 1210 y dedicó parte de su vida a la orden de los Templarios. En esa época invadió una ciudad maldita donde una bruja lo hechizó, convirtiéndolo en un ser inmortal. La única forma de revertir el embrujo es enamorando a una mujer y luego matándola. El detalle es que esta debe ser de un tipo de linaje familiar que lleve el apellido Samper, además de tener un lunar en la zona de la pelvis.

De esta forma Filipo pasa su vida tratando de encontrar la manera de deshacerse de este hechizo con la búsqueda incansable de esta mujer que le dará su anhelada humanidad. Aunque no deja a un lado su vida normal, tiene un primer matrimonio y dos hijos a los que ve morir con el paso del tiempo. Treinta años después conoce a Valentina, su siguiente esposa, con quien ya no vive pero que mantiene en un departamento. Ella sufre de un cáncer que la consume y él sostiene su tratamiento con una medicina que consigue a través de un contrabandista.

La búsqueda de la chica se vuelve una obsesión para Medici, así que contrata a Luis, un joven comunity manager que por ciertas imprecisiones lo llevará a conocer a las mujeres más excéntricas. Esto convertirá el suspenso en una comedia marcada por las más disparatadas situaciones que el parco y amargado Medici deberá vivir. (I)