Montañita es uno de los paraísos terrenales del país más visitados por nacionales y foráneos por todo lo que ofrece y tiene por dar. La extensa playa y su mar ‘bravo’ con olas que alcanzan los tres metros es el imán que atrae cada semana a decenas de personas. Es por eso que prácticamente la diversión y los buenos momentos están garantizados en este cálido lugar.

La vida nocturna de Montañita es ‘famosísima’ en todo el país e inclusive en el extranjero, sobre todo en Buenos Aires, de donde llegan semanalmente turistas porteños para disfrutar de las casi interminables farras del lugar.

Entre los centros de diversión nocturna que hay en la ‘zona VIP’ de este balneario está ‘Abad disco café’ que tiene dos pisos para que sus visitantes pueden divertirse a más no poder.

Esta discoteca es una de las más grandes del lugar. Su decoración es bastante particular puesto que divide ambientes con tan solo objetos pegados en la pared y unas cortinas blancas que están a la entrada del local.

El bar es completo. Ofrece más de 45 variedades de cocteles, y como dice el bartender los que no hay se los inventan. Lo cierto es que aquí se complace a todos.

Margaritas, piña colada, mojitos, menta, saltamonte, entre otros cocteles se preparan minuto a minuto en la gran barra con que cuenta el bar. La buena música es indispensable, ya que desde la calle se escucha el retumbar de los parlantes e inclusive el coro que hacen los bailadores que están en la pista.

Josefina Valero y Juan Carlos Izquieta son uno de los asiduos visitantes de esta disco. “Cada vez que llegamos a Montañita y nos quedamos hasta el día siguiente venimos en la noche a este lugar porque aquí la diversión es segura. Todo el mundo baila y se divierte a lo sano sin ver mal al de alado”, comenta Izquieta, quien en Guayaquil trabaja como cajero bancario.

Su enamorada asevera que la seguridad es una de las cosas que más le llaman la atención porque “si pasa algo tenemos por donde salir rápido”.

Norman Fraccelli y Mateo Maidana, una pareja de argentinos que recorren varios balnearios de Sudamérica llevan tres semanas radicados en Montañita, y para ellos este bar es el más importante de la zona porque se pueden hacer amigos de diferentes lugares. “Aquí viene gente de varias partes y todas tienen buena onda”, comenta Norman, quien aprendió a bailar con solo ver a los farreros que acuden a este sitio todos los fines de semana.

El segundo ambiente de la discoteca queda en el piso de arriba. La gente también disfruta igual que en la parte de abajo. Son menos de 20 escalones los que tienen que subir para escuchar la buena música y hacer piruetas en la amplia pista de baile.

El balcón es bastante amplio y ofrece una vista casi completa de la calle y se puede distraer con la marea humana de personas que transitan por la calle.

Uno de los administradores comentó que los propietarios del establecimiento son gente alegre, que les gusta farrear de lo mejor y por eso quisieron darle a sus clientes lo mejor.

Lo cierto es que los amantes de las farras pueden gozar de una noche inolvidable en esta discoteca hecha por farreros para farreros.