Óscar Perdomo Véliz Jare nunca olvidará que tuvo que rogarle a Homero Mistral Valencia por una oportunidad para Fidel Martínez y Miler Bolaños en la selección ecuatoriana que se alistaba en 2005 para el Campeonato Sudamericano Sub-15 que se celebró en Bolivia.

Ese fue el primer envión de Fidel al balompié profesional. Véliz Jare era en aquel entonces instructor de la selección sub-15 de Sucumbíos, a la que pertenecía la ‘Poja’.

Al principio Mistral Valencia se resistió a admitir a Fidel y Miler, porque únicamente observaba a chicos provenientes de clubes profesionales. Fue la terquedad de Óscar Perdomo la que terminó por convencerlo.

Fidel, que nació en Shushufindi el 15 de febrero de 1990, tuvo como primeros instructores a Pedro Pablo Perlaza en el Caribe Junior de Lago Agrio, y a José Villlafuerte, en la selección sub-12 de Sucumbíos.

El ‘Cielo’ Villafuerte cuenta que cuando conoció a Martínez era un 10 sobre 10, “tenía 10 años y jugaba como volante 10”, explica. Solo que cuando lo vio, todo él flaco y frágil, pensó que si lo mantenía en esa posición podría ser objeto de alguna grave lesión, pues como era hábil y driblador, la única forma de detenerlo sería a través de patadas.

Es así que en la selección de Sucumbíos lo colocó como extremo derecho, tal como se lo ve ahora en la Tricolor absoluta. El cambio de ubicación no le gustó ni un ápice al exponente, quien no tardó en quejarse. “Atiné a decirle que como delantero iba a hacer más goles. El tiempo me dio la razón, alguna vez marcó 11 en un partido”.

Villafuerte lo tuvo durante 3 años, hasta cuando pasó a manos de Perdomo Véliz en la selección sub-15 de Sucumbíos.  

Poco después, con la ayuda de Wilson Villarreal, otro hombre vinculado al fútbol, Fidel se presentó en El Nacional, pero esta institución no lo aceptó. La que sí lo hizo fue el Deportivo del Valle de Manabí, donde estuvo fichado entre marzo y agosto de 2008. De ahí, gracias a su entonces empresario, Jorge Guerrero, partió al Cruzeiro de Brasil.

Un paso fundamental en su carrera es su inclusión en el Deportivo Quito de 2010. Su presencia en este equipo, bajo la orientación del estratega Carlos Sevilla, le permitió consolidarse.

Según Villafuerte, su crecimiento deportivo le reportó cambios en su forma de jugar; más fuerte en lo físico, dejó de lado los regates por un estilo más encarador. Lo que no ha cambiado es su personalidad espontánea y descomplicada. Su frase “Alegría y atrevimiento” lo define.

Reclamado por muchos en filas de la selección ecuatoriana absoluta, el timonel Reinaldo Rueda lo convocó por primera vez en octubre de 2013 de cara a los duelos contra Uruguay y Chile por las eliminatorias del Mundial Brasil 2014.

A partir de entonces totaliza 6 llamados a la Tricolor y 2 tantos en eliminatorias. Asesorado desde 2011 por el representante uruguayo Luis Aguerre, entre 2012 y 2015 ha marcado goles en México para el Tijuana, Leones Negros y Pumas. (I)