En el auge de los espacios de coworking en Ecuador, Ciespal decidió apostar por un modelo en el que los ciudadanos y activistas puedan experimentar con proyectos sociales.

En 2015, la Senescyt otorgó la personería jurídica a MediaLab como un lugar donde la ciudadanía desarrolle ideas de vinculación tecnológica para beneficio de la comunidad.

Desde entonces acuden, en promedio, personas de 25 a 45 años que pueden o no tener una idea de negocio; pero que, además, quieren mejorar sus habilidades para postular a una maestría, aplicar los conocimientos adquiridos en una maestría específica, que aspiran a ejercer la docencia o que buscan capacitación.

Rubén Zavala, director de MediaLab, cuenta que el proyecto se consolidó a través de convocatorias para recibir ideas de experimentación e innovación ciudadana y, en el transcurso, consiguieron el respaldo de colectivos y otras entidades.

Actualmente tienen convenios con las universidades Católica, Metropolitana de Diseño, Politécnica Salesiana, Tecnológica Equinoccial y el Instituto Yavirac. Varios estudiantes acuden a ellos porque “no hallaronotros espacios que no requieran de un modelo de negocio o por los costos”.

El equipo técnico de MediaLab lo integran Iván Terceros (productor), Christian Guayasamín (comunicador), Silvia Albuja (coordinadora de EspacioColaborativo) y Margarita Yépez (coordinadora GameLab).

El trabajo de MediaLab está orientado al propio desarrollo de las personas y de las comunidades que están generando”, sostiene Terceros. Por ejemplo, el concepto de cultura, arte, tecnología y sociedad está en el ADN de MediaLab no solo para producir dinero sino conocimiento.

Actualmente, en ese espacio colaborativo trabajan 21 gestores de proyectos y, a partir de las 18:00, cerca de 300 personas acuden mensualmente para los eventos de capacitación que no siempre están vinculados con negocios y emprendimiento, sino que abarca todo lo que es innovación y sociedad. 

A partir de esa experiencia, han establecido alianzas con otras iniciativas de trabajo colaborativo en Cuenca, Latacunga y pronto extenderán su gestión a Lago Agrio y Loja, para identificar propuestas ciudadanas y creativas para el uso del espacio público y la soberanía alimentaria, comenta Zavala.

Sebastian Dávalos (27 años), presidente de la Fundación Neo, es uno de los usuarios del espacio colaborativo. Con el apoyo de los mentores desarrolla el proyecto Rastreando Patitas, que se propone contabilizar y ubicar las zonas de mayor concentración de mascotas para ejecutar campañas más efectivas de vacunación y esterilización de mascotas en Quito.

Con él está Juan Pablo Tamayo (26 años), quien intenta desarrollar una fórmula para recolectar la comida que desechan tiendas y restaurantes en el Distrito Metropolitano para reutilizarla en la elaboración de abono orgánico y alimentos para mascotas.

Su intención es resolver dos problemas sociales de la capital a través de propuestas inclusivas y con el apoyo de MediaLab.

Algo más

- Promoción y desarrollo de talleres. Cuando un taller tiene costo, se aplica un principio de redistribución:70% para quien dicta el taller y 30% para MediaLab, como vía de autogestión.

- Asesoría nacional e internacional. En total, 24 profesionales ofrecen asesoría (al menos 15 horas al mes) a los gestores de proyectos en MediaLab. Quienes trabajan o estudian fuera del país interactúan con videoconferencias. Cada emprendedor paga $ 56 al mes por el espacio de trabajo y la asesoría de los mentores.

- Áreas de gestión. Cuentan con mentores en comunicación, marketing digital, apoyo legal, arte y cultura, diseño digital, género y tecnología. Son profesionales que viven de esos conocimientos. (I)