El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, acusado de asesinar a su novia, sufrió su tercer día de detención en una comisaría de Pretoria, donde espera la visita de su familia y sus abogados.

Un policía de la comisaría del barrio de Brooklyn, contactado por la AFP, indicó que el deportista “había dormido bien”.

Pistorius, que rechaza de plano la acusación de asesinato, apareció devastado  en su primera comparecencia, al día siguiente del drama que costó la vida a Reeva Steenkamp, la top-model sudafricana con la que salía desde noviembre y asesinada con 4 balas de 9 mm.

La policía estableció que el arma del crimen pertenecía a Pistorius, el único sospechoso, que podría ser condenado a cadena perpetua.

El corredor, primer atleta discapacitado que participó en unos Juegos Olímpicos y fuente de inspiración para millones de personas, está autorizado a recibir visitas durante una hora, entre las tres y las cuatro de la tarde, según el policía.

Peter van Zyl, el agente de Oscar Pistorius, confirmó  que la familia lo visitará en las próximas horas, al igual que sus abogados, para preparar su defensa. Oscar cuenta con su padre Henke, su hermana Aimée y su hermano Carl.

Pistorius volverá a declarar ante el juez este  martes, cuando se espera que la Fiscalía precise por qué motivos considera que hubo “asesinato con premeditación”.

Los abogados, por su parte, podrían pedir que se le conceda una libertad vigilada. Ese mismo día, en Port Elizabeth,  se celebrará el funeral donde será incinerada Reeva.