Hasta el mediodía de ayer, ningún directivo de Deportivo Quito se pronunció sobre los sueldos pendientes con los jugadores. Este Diario buscó insistentemente comunicarse con el presidente y el vicepresidente, sin conseguir sus versiones.

El viernes 1 de marzo los elementos del primer equipo no se presentaron a entrenar debido a que  el club les adeudaba sueldos correspondientes a enero. Por la tarde se les pagó el 50 por ciento de los salarios y se les ofreció cubrir la otra mitad hasta la tarde del martes pasado.

El defensa central Giovanny Espinoza, capitán del elenco, prefirió no pronunciarse al respecto. Él es uno de los portavoces de las demandas de los jugadores ante la dirigencia.

De acuerdo con la planificación semanal del cuerpo técnico “azulgrana”,  que encabeza el argentino Rubén Darío Insúa, ayer se convocó a los futbolistas para entrenar desde las 16:00 en el complejo Ney Mancheno Velasco, ubicado en Carcelén, al norte de la capital.

El club ha admitido tener iliquidez debido a la falta de fluidez del dinero que debe recibir de los auspiciantes. Por ahora atraviesa una complicada situación económica, con pasivos que bordean los $3’200.000, sumadas las deudas de ex jugadores y ex entrenadores, y el dinero que debe devolver al canal Teleamazonas por adelanto de los derechos de televisión de 2013, además de un capital que  desembolsar al Servicio de Rentas Internas. Los responsables de la institución piden mayor presencia de la hinchada en los partidos.