Desde Salinas.-

Con calambres en las piernas, la necesidad de hidratarse y las ganas de buscar sombra para sentarse y descansar, después de una exigente prueba de 50 kilómetros marcha, que abarcó más de cuatro horas de competencia, fue como terminaron casi todos los atletas que participaron en esta categoría.

La primera prueba de la segunda jornada del Sudamericano de marcha se inició ayer, a las 06:00, en el malecón de Salinas, con una ligera llovizna, el cielo aún oscuro y sin ningún espectador que observara  a los delegados de cada país y a sus entrenadores.

Con el sol en todo su esplendor, a las 07:45  comenzó a notarse la fatiga de los competidores. A los costados, en las veredas, diferentes personas a quienes les gusta el deporte también se unieron en el ejercicio. Hasta ese momento, los marchistas ya habían alcanzado las dos horas de competencia y, simultáneamente, se dio paso al inicio de la prueba de 5 km marcha de mujeres, categoría menores.

Entonces, las damas acapararon la atención, quienes debían cubrir una distancia menor. En solo 23 minutos llegaron a la meta las atletas María Matailo de Ecuador y Stefanía Coronado de Bolivia, pero ambas como iban  juntas se dejaron llevar de la euforia y apoyo del público y en los últimos cien metros antes de  arribar a la meta, las dos cometieron una infracción (corrieron) y fueron descalificadas. 

Más atrás llegó la también nacional Karla Jaramillo (24:49.0), que hasta esos momentos no sabía que era la ganadora y decidió irse al mar a refrescarse.

Las lágrimas y el coraje de las descalificadas no se hicieron esperar, pero sus delegados estuvieron ahí para consolarlas y recomendarles que aquello no puede volver a pasar.

La ganadora de los 5 km era llamada por los altoparlantes, pero nadie sabía dónde estaba, hasta que uno de los organizadores la ubicó y le dieron la grata noticia. “En la justa di todo; realmente no me esperaba este triunfo, pero que bueno, estoy muy orgullosa por haber representado bien los colores de mi patria”, manifestó la deportista de Imbabura.

Al preguntarle si sabía lo que les había pasado a sus contendoras, respondió que no, que ella se daba por tercera. “Me había ido a la playa a refrescarme las piernas. Es triste, porque son mis compañeras y nos llevamos bien. Vi que estaban muy adelante mío y no las podía alcanzar, por eso llegué normal, nunca me fijé, sabe”, comentó Karla que practica atletismo y marcha desde los 9 años.

Después de aquello nuevamente se retomó la atención sobre los marchistas de los 50 km que, hasta ese momento (09:00), casi tres horas de competencia y la gente ya comenzaba a llenar las veredas para  observar la carrera.

En ese instante, los organizadores del evento decidieron premiar las categorías que ganaron el sábado y en  un improvisado podio, colocado unos metros delante de la colchoneta de la meta, se procedió con la ceremonia. Los atletas de 50 km pasaron a segundo plano y los campeones fueron premiados cantando los himnos de sus países. Terminado el acto, ya solo faltaban seis vueltas de la última prueba, alertó un juez.

“Ecuador Ecuador”, era el grito de aliento que se escuchaba, cuando pasaba un “tricolor”. Para ese tiempo,  la disputa era claramente entre el ecuatoriano Jonathan Cáceres y el brasileño Mario Dos Santos, por el primer, pero al final la experiencia del “auriverde” prevaleció en las últimas vueltas y se llevó el oro al marcar 04:12:52.0 Así lo aseguró el mismo ecuatoriano notablemente molesto, al término de la prueba. Él impuso un tiempo de 4:14:44.2.

“No me siento muy satisfecho porque quería ganar la competencia, pero no se dio, el clima no me afectó porque todos estábamos en las mismas condiciones. Creo que me venció por mi falta de experiencia, ya que era la primera vez que competía en los 50 km, pretendí luchar al último pero no pude. Lo importante era obtener el oro para el país”, dijo para luego entrar en detalles. 

“La antepenúltima vuelta fue la decisiva pero ya solo me podía mantener, no supe qué hacer en las últimas vueltas, pensé que tenía fuerzas, pero no fue así”, indicó el vicecampeón, quien recién este año empezó a competir en esta distancia; antes lo hacía en 20 km.

Otra era la cara del brasileño, quien estaba, lógicamente, feliz con el triunfo, e indicó  que la prueba fue   dura, pero la recompensa  era haber conseguido su primer triunfo en un Sudamericano.

“Mucha gente me pasó su energía, a pesar de que ellos gritaban: ¡Vamos Ecuador!, yo me mentalicé y  pensaba que decían ¡Vamos Brasil!, esto me sirvió mucho, lo lamentable fue lo de mis compañeros,  porque pensábamos ganar por equipos, pero a uno lo descalificaron (Luis Dos Santos), mas así es el deporte, no siempre puedes ganar en todo”, comentó mientras le frotaban hielo en sus piernas.

Sobre la estrategia que utilizó en las últimas vueltas para ganarle al ecuatoriano dijo que “apretó la yugular” para llegar y no rendirse. “Ahora voy a disfrutar de las playas de Salinas, porque lo merezco”.

El tercer lugar fue para el ecuatoriano Edgar Cudco (4:22:43.5). Por equipos, en 50 km,  Ecuador fue primero, pues sus marchistas se ubicaron segundo, tercero y quinto, sumando  un puntaje de 10.