Frío y gris, sin ningún destello de luminosidad, tal como se presentó ayer el cielo quiteño, así fue el desempeño de El Nacional ante Manta. Por eso tan solo alcanzó un empate 1-1 en el estadio Atahualpa y continúa en la décima posición.

Esa misma frialdad reflejó en el banco el estratega Sixto Vizuete, quien permaneció al menos 35 minutos sentado, sin reacción ante el desajuste de su plantel, mientras su colega Armando Osma no dejó de impartir instrucciones   para corregir el desempeño de sus pupilos.

Fueron los cerca de 160 aficionados seguidores del cuadro de las Fuerzas Armadas, presentes en el graderío de El Batán, quienes se animaron a despertar a sus jugadores con vehementes llamados de atención y hasta insultos.

En el gramado los locales apenas atinaban a conectar dos pases con certeza. Para el tercero ya había un hombre mantense dispuesto a interrumpir el juego, y ellos, con más voluntad, superaron con velocidad y pusieron en aprietos a una lenta zaga. Esa situación se repitió a lo largo de todo el encuentro.

En el minuto adicional (46) del primer tiempo, tras no dar por perdida una pelota, el delantero Juan Luis Anangonó logró enviar un centro a la cabeza de Juan José Govea para la apertura en el marcador ante el festejo  de los jugadores y la calma de los aficionados en las gradas.

En la segunda etapa las llegadas  mantenses fueron insistentes y, a los 66’, un pase preciso de Alan Sánchez terminó con el remate de derecha de Roberto Mina para el empate.

Eso liquidó a los locales y provocó el enojo de los seguidores. El DT no asistió a la rueda de prensa. Dejó esa tarea a su asistente Luis Espinel.