El Real Madrid perdió ayer un duelo repleto de tensión en la ida de semifinales de Liga de Campeones, ampliando su maldición en el infierno del Allianz Arena, terreno donde no ha ganado en 10 visitas y   pagó el conformismo de José Mourinho tras la conquista de Mesut Özil. El tanto de  Mario Gómez sobre le final del encuentro liquidó el pleito (2-1) a favor del Bayern Múnich.

El gol del internacional alemán de origen español permite a los locales ir con un resultado más positivo y rompió la igualdad con la  que parecía que iba a terminar el choque, tras los goles de su compañero francés Franck Ribery (17’) y el empate provisional del alemán del Real Madrid Mesut Özil (53’).

Para Gómez se trata de su tanto número 12 en la actual edición de la Champions, en la que sólo lo supera   Lionel Messi del Barcelona, que hasta el momento ha sumado 14.

El partido de ayer en el Allianz Arena comenzó con el  Madrid con más fluidez, pero poco a poco el Bayern se desquitó del acoso, especialmente tras su gol en el minuto 17, cuando un saque de esquina lo intentó despejar Sergio Ramos, que sólo pudo tocar con el pecho, dejando el balón   a placer para Ribery, que vino desde atrás y fusiló a la red.
Cristiano Ronaldo se dejó notar también a balón parado (21’), en su caso con un disparo de falta, pero su intento se fue alto por   poco.

Ambos equipos se demostraron un gran respeto y brindaron un choque lleno de tensión, pero el Bayern se mostró más peligroso al contragolpe. Primero Bastian Schweinsteiger lo intentó con un disparo cruzado (28’), que se fue rozando el palo del  Madrid, mientras que a los 40’ Casillas volvió a vestirse de salvador, despejando un fuerte tiro de Gómez, el hombre destinado a ser después la figura del partido.

En la segunda parte, el  Madrid salió con todo y fruto de ello llegó el tanto de Özil a los 52’, cuando Benzema recogió un rechace a un disparo de Cristiano para ceder de nuevo al luso, que se quedó marcado y pasó al centro del área, donde su compañero alemán llegó y marcó a placer.

Consciente de que el resultado lo perjudicaba, el Bayern trató de conseguir el segundo gol y Gómez lo intentó sin parar a partir de ahí. A los 72’,  cabeceó alto en su asedio infructuoso a la portería del líder español y sobre el  final (89’) consiguió el premio a sus esfuerzos, cuando Philipp Lahm se le escapó  al portugués  Coentrao y envió un centro perfecto para que en el área Gómez   consiguiera el agónico 2-1.

El resultado deja la batalla abierta, aunque el equipo de Mourinho tendrá que salir a remontar en el siguiente duelo,  miércoles 25, en la vuelta en Madrid, si anhela conseguir el pase y volver a Múnich para la gran final del  19 de mayo.