El ministro de Cultura y Patrimonio de Ecuador, Raúl Vallejo, aseguró que la Ley de Cultura, próxima a analizarse en la Asamblea Nacional, garantiza la libertad creativa.

De acuerdo con el funcionario, la cartera del Estado que comienza a dirigir no tendrá capacidad sancionadora, solo la mantendrá en el ámbito de las intervenciones no autorizadas del patrimonio, pero no habrá una superintendencia de control de contenidos.

A decir de Vallejo, el Ministerio quedará como ente rector de la emisión de políticas públicas, más no será ejecutor de nada ni interferirá en ejecuciones de eventos, responsabilidad de actores culturales, casas de cultura y gobiernos autónomos descentralizados.

Otro punto importante de la ley es el fortalecimiento del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural como centro de investigación y con las capacidades suficientes para formular informes técnicos, según anunció.

La ley crea una institucionalidad de fomento a las artes y la creatividad y de apoyo a emprendimientos culturales.

Uno de los aspectos más relevantes, a juicio del ministro, está relacionado con la protección de los trabajadores pues esboza un régimen de seguridad social a fin de garantizar una jubilación digna para artistas y gestores culturales.

Esto podrá hacerse mediante el registro único de artistas que entrará en un período de actualización y brindará acceso a la seguridad social, a los fondos concursables y a las actividades de la Casa de la Cultura.

Durante un encuentro con medios nacionales e internacionales de prensa, Vallejo anunció que las direcciones provinciales de cultura desaparecerán y se fortalecerán en cada provincia los núcleos de la Casa de la Cultura, los cuales recibirán recursos atendiendo a las características particulares.

El ministro consideró esencial en esta nueva etapa la creación de mecanismos para fomentar el libro y la lectura, el apoyo a la industria editorial y el cambio del modelo de gestión de la Feria del Libro.

De las labores priorizadas por la cartera estatal en los últimos años destacó la recuperación patrimonial, una tarea indispensable para la reconstrucción de la memoria social y la puesta en valor de las identidades.

Como directriz en su gestión, Vallejo expuso la intención de formar alianzas que permitan la continuidad de los proyectos, independientemente de quien sea el ministro o la ministra en el futuro.