Correístas del ala radical se preparan para celebrar su VII Convención Nacional, aunque el Tribunal Contencioso Electoral no se ha manifestado sobre la validez de la resolución que convierte a Ricardo Patiño en presidente del movimiento Alianza País. Mientras eso no suceda, el presidente Lenín Moreno sigue siendo titular del movimiento oficialista. Aunque no sorprendería que Moreno esté buscando la expulsión de su propia organización política.
Patricio Baca Mancheno es el juez encargado de conocer esta disputa en materia electoral. Como su hermano, Carlos, fiscal de la Nación, es un alto funcionario de la década ganada, y, a diferencia de su hermano, a él le corresponde sentenciar en esta causa. ¿Tomará partido por la facción correísta que busca conservar su vehículo para participar en las elecciones o con el ala morenista que es la que actualmente tiene el poder?
En los sistemas presidencialistas, quien se lleva los aplausos es el presidente, no la bandera política que lo sostiene en el poder. PAIS, como organización se sostiene por su anclaje a la administración pública, ahora en manos del presidente Moreno, pues siempre fue un partido-estado. Además, su nombre, número, frases publicitarias y colores partidarios están seriamente cuestionados en la opinión pública por las denuncias de corrupción que se ventilan en las cortes de justicia en contra de altos ex funcionarios del gobierno anterior.
Desde el balcón de Carondelet, sede del poder presidencial, y en compañía de Gustavo Larrea, antiguo funcionario del temprano correísmo y líder de un nuevo movimiento electoral, el presidente Moreno planteó un desafío al expresidente Rafael Correa, caudillo de la facción disidente que se reunirá en la convención. Le dijo que “no se esconda en las fronteras” que celebre su tertulia en otras ciudades. ¿Acaso reconoce la validez de ese encuentro?
Correa ya se anticipó y dijo que la convención expulsará a Moreno. Entonces, si esto se produce y posteriormente el juez electoral reconoce a Patiño como presidente del aliancismo, al presidente Moreno le quedará la vía libre para convertir a la Democracia Sí, de Larrea, en el nuevo partido-estado. “Vuelve la patria”, corea el ala extremista, sobre el regreso de su líder, Rafael Correa. Pero ¿quién es Correa sin sus sabatinas, sin sus medios, sin su espectáculo, sin su tarima, sin su poder omnímodo, sin su impunidad, sin funcionarios amenazados con perder su trabajo y sin su partido-estado para llenar plazas? (O)
