Los campesinos tienen marcado su calendario por un natural atavismo, que distingue tiempos favorables para sus labores de campo: limpieza del terreno, siembra, cultivo y cosecha, calculando que las labores de siembra coincida con la temporada de las lluvias, esta modalidad de agricultura se ha denominado de secano o temporera.
Cuando se alteran las condiciones naturales, que favorecen las estaciones climáticas normales, que en la franja ecuatorial se reducen a épocas de lluvia y épocas secas. Cuando faltan las lluvias, en una temporada irregular, las pérdidas que soportan los pequeños agricultores son importantes.
Los empresarios agrícolas cuentan con el riego para enfrentar estas anomalías climáticas. Indudablemente, cuando esto sucede, el costo de producción de sus productos será mayor, mermando sus ganancias.
Por eso el retorno de las lluvias, cuando se ha presentado una sequía, es motivo de complacencia para todos los agricultores grandes y pequeños. Para los primeros, sus ganancias serán mayores y para los pequeños renacerán sus esperanzas de que las lluvias se estabilicen con el tiempo suficiente para obtener los resultados de cosecha que se esperaban, sin embargo continuarán en la incertidumbre, por no tener alternativa para contrarrestar la ausencia de las lluvias. No debemos olvidar que del resultado de la producción del pequeño agricultor depende la accesibilidad a nuestra canasta básica y la seguridad alimentaria del país.
El retorno de las lluvias en la actualidad nos estaría dando una tregua para organizar y plantear soluciones para estabilizar la producción del pequeño agricultor, mediante el riego.
Es necesario tener presente que en el país se han hecho y se siguen haciendo grandes inversiones en la construcción de sistemas de riego, sin embargo las actividades de la operación, mantenimiento y rehabilitación de los indicados sistemas no cuentan con financiamiento establecido.
Los esfuerzos del Estado deberían estar orientados a la transferencia del funcionamiento y mantenimiento de los sistemas, así como es necesario plantear nuevos métodos de recuperación de los gastos de los sistemas, sobre todo los costes de mantenimiento, sin lo cual es imposible asegurar la eficiencia del sistema durante la vida útil del sistema.
Se necesitan equipos de riego baratos y sistemas de recolección del agua, de riego en pequeña escala y asegurar el drenaje para las comunidades rurales, las cuales deben organizarse legalmente para recibir el apoyo del Estado que, por obligación, debe controlar sus inversiones.
