El pasado fin de semana Diario El Comercio y Televicentro organizaron el primer debate presidencial al cual asistieron 14 de los 16 candidatos. Se trata de una contribución de parte de dos medios de comunicación para que la ciudadanía conozca a los postulantes a Carondelet, así como sus motivaciones y propuestas para el país.
El debate se organizó en torno a cuatro grandes temas: economía, producción y generación de empleo; salud pública y pandemia; seguridad ciudadana; y, corrupción.
El evento se desarrolló en medio de una coyuntura electoral inédita en la que participan 16 candidaturas (el mayor número desde el retorno a la democracia), con la ausencia de la ciudadanía producto de la pandemia del coronavirus y en un escenario de profunda polarización.
El proceso electoral ha transcurrido de manera tortuosa, una vez que la entidad organizadora de los comicios, ha tenido que enfrentar varios impasses jurídicos, lo cual ha provocado retrasos en la impresión de papeletas, aumentando así las dudas ciudadanas sobre el futuro de las elecciones.
El primer debate se hizo también en medio de un escenario marcado por el espectáculo, en donde la mayoría de candidatos han realizado exposiciones fuera de lo común, en su intento por captar la atención el electorado joven.
Los candidatos han hecho uso excesivo de las diversas plataformas digitales, exhibiéndose y generando discursos con bajo contenido argumental, sin importar las críticas de varios sectores.
Las interrogantes de la ciudadanía en torno a las propuestas de los candidatos se mantienen. El denominado debate presidencial fue más una promoción personal de los participantes que una confrontación de ideas o la exposición de propuestas al país.
Hubo una marcada redundancia por parte de los candidatos en materia de ofrecimientos; todos hablaron de la creación de empleo, de atraer inversión extranjera, atacar la corrupción, estabilizar la economía, bajar los índices de pobreza, solucionar las dificultades de los agricultores, generar oportunidades para los jóvenes, mujeres y grupos vulnerables, otorgar créditos con bajos intereses a emprendedores, mejorar y ampliar la red pública de salud, endurecer las penas para quienes infrinjan la ley, entre otros. Sin embargo, el formato establecido no les permitió explicar cómo van a llevar a la práctica sus planes de gobierno.
No se tuvo un conocimiento sobre la visión que los candidatos tienen en torno a la democracia, el papel de la participación ciudadana, la educación, la cultura, el deporte, los temas de productividad y competitividad, innovación y desarrollo, turismo, política exterior y proyección del Ecuador a nivel externo, entre otros temas.
El debate fue un primer encuentro en donde los aspirantes a ocupar Carondelet, intentaron dar una idea sobre sus propuestas de gobierno. En el transcurso de la semana se generaron nuevos encuentros en donde los candidatos de apoco han ido aterrizando sus propuestas.
El involucramiento de la ciudadanía será fundamental para que este proceso electoral sea lo menos tortuoso y uno de los puntos de partida deberá ser la exigencia para que todas las candidaturas estén dispuestas a debatir y dar la cara.
