Ha muerto el presidente bolivariano y líder político latinoamericano Hugo Rafael Chávez Frías. Durante sus 13 años de gobierno, él luchó por hacer de Venezuela una sociedad más equitativa y justa, llevando vivienda, educación y salud a las clases más desposeídas.
Sin duda alguna, el liderazgo del comandante de la revolución bolivariana impulsó grandes cambios en la estructura socioeconómica de su país. Chávez consiguió transformar el “foquismo” de esa vieja izquierda latinoamericana, que perdió la lucha armada y fue relegada a partidos minoritarios, a un gran movimiento de masas que hoy elige democráticamente y gana elecciones en forma contundente, porque es quien generó una ampliación de los factores llamados de izquierda que participan en él: clase media, popular, trabajadores, artesanos, campesinos, etcétera.
A partir del ascenso al poder del presidente Chávez, los venezolanos disponen hoy de una Constitución que les otorga derechos para que sea el pueblo quien mande, mientras que en la mayoría de los países del mundo son las clases empresariales y los sectores económicos, bancarios e industriales quienes colocan en las jefaturas de gobiernos a sus presidentes para que generen políticas y medidas para fortalecer el capitalismo y el empobrecimiento general de los trabajadores.
Vale recordar la opinión del periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, en referencia a la demonización de Chávez por parte de la derecha venezolana, cito textualmente: “Hugo Chávez es un demonio. ¿Por qué? Porque alfabetizó a 2 millones de venezolanos que no sabían leer ni escribir, aunque vivían en un país que tiene la riqueza natural más importante del mundo, que es el petróleo. Yo viví en ese país algunos años y conocí muy bien lo que era. La llaman la "Venezuela Saudita" por el petróleo. Tenían 2 millones de niños que no podían ir a las escuelas porque no tenían documentos. Ahí llegó un gobierno, ese gobierno diabólico, demoníaco, que hace cosas elementales, como decir: "Los niños deben ser aceptados en las escuelas con o sin documentos". Y ahí se cayó el mundo, eso es una prueba de que Chávez es un malvado, malvadísimo. Ya que tiene esa riqueza, y gracias a que el petróleo se cotiza muy alto, él quiere aprovechar eso con fines solidarios”.
Concluyo con este pequeñísimo tributo al presidente Hugo Chávez, expresando mis sentidas condolencias al pueblo venezolano por tan irreparable pérdida. Pero deseando a la vez que la gente defienda los logros alcanzados por su proceso político revolucionario. No cabe el menor cuestionamiento, de que uno de los grandes líderes latinoamericanos se nos fue, pero renacerá en miles de corazones alrededor del mundo. ¡Adiós, querido comandante, nos legaste tu espíritu de lucha e ideales, que son inmortales! Tú ejemplo de vida será un abono en tierra fértil que más temprano que tarde dará sus frutos generosos que alimentarán a los pueblos oprimidos y humillados de nuestra América indígena, mestiza y morena.
