El fin de la misión naval conjunta de la Unión Europea (UE) deja en evidencia la miseria de la política migratoria comunitaria. “Sofía” fue el intento de arruinarles el negocio a los traficantes de personas en Libia y crear una guardia costera para ese país.
Los barcos de la UE rescataron a miles de náufragos y llevaron a muchos hasta Italia en los últimos 4 años. Originalmente, en 2015, Italia se había mostrado dispuesta a acoger a los rescatados en sus puertos, pero, con el tiempo, los italianos dejaron de considerarse capaces de seguir recibiendo al número inesperadamente alto de migrantes.
Hace dos años, el Gobierno de Roma demandó la repartición de los rescatados entre varios miembros de la UE. Esto fue rechazado por la mayoría de los Estados comunitarios. Y en el verano de 2018, el nuevo Gobierno populista italiano dio un golpe de timón, cerrándole los puertos también a los rescatados por los barcos de la misión “Sofía”.
Ahora fracasaron las negociaciones entre Italia y el resto de sus socios comunitarios. La misión deberá ser suspendida; de ella sólo quedará activa la vigilancia desde el aire, que es más bien simbólica. Esa es una prueba de la incapacidad de la UE.
¿Qué será ahora de quienes emprendan la odisea desde África hacia Europa en botes? ¿Morirán aún más personas en el Mediterráneo? Ya ni siquiera nos enteraremos; sin los barcos de la misión “Sofía” y de las organizaciones privadas, en su mayoría paralizados, no se pueden obtener datos o calcular cifras.
La misión de la UE que precedió a la misión “Sofía” fue creada por el Gobierno italiano para impedir catástrofes como la de octubre de 2013, que dejó más de quinientos muertos frente a la isla de Lampedusa. Todo eso parece haber quedado en el olvido. Ahora la noción es la de no recibir a un migrante más, no importa cuántas vidas se pierdan.
Con el fin de la misión “Sofía”, la UE contempla los escombros de su política migratoria. Los ministros del Interior comunitarios se mostraron incapaces de llegar a acuerdos sobre la repartición de los refugiados rescatados.
La misión naval de la UE fue bautizada “Sofía” en 2015 en alusión a la niña somalí que nació en Italia después de que su madre fue rescatada por un barco de la Marina alemana. Entonces se hablaba con orgullo de las misiones de rescate en el Mediterráneo que hoy se suspenden. (O)
* Tomado de DW
