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El Telégrafo
Leonardo Vicuña Izquierdo

Superar momento crítico y avanzar

02 de septiembre de 2015 - 00:00

La situación que vivimos es delicada y afecta a todos. Está determinada por las reacciones negativas de la derecha oligárquica frente a los éxitos logrados en todos los campos, en ambiente de paz, en estos 8 años y más de gobierno; así como por la baja del precio del petróleo que afecta seriamente la economía nacional, su balanza comercial y presupuesto. Todo esto, agravado por las políticas comerciales asumidas por los países vecinos, en respuesta a la apreciación del dólar.

Temerosa de que continúen los éxitos y aumente el respaldo popular que tiene el presidente Rafael Correa, optó por formas violentas de protestas, utilizando dirigentes gremiales e indígenas, con la pretensión de desestabilizar y cambiar el Gobierno. Creó incertidumbre.

Frente al objetivo de avanzar con políticas redistributivas, con sus medios de prensa logró confundir a sectores populares y alentó protestas agresivas. Un pretexto adicional para sus desmanes fue la propuesta legítima de enmiendas constitucionales, frente al terror de reelección del Presidente.

La contrapropuesta fue la consulta popular, justo a la que siempre se han opuesto, porque no tienen forma de impedir su aprobación en la Asamblea; si en ella tuvieran mayoría, entonces aceptarían que allí se decida.

Pura y simple mañosería política. Por ello exigen se archiven las enmiendas. Tampoco se atreven a la revocatoria del mandato; perderían, tienen pánico.

Se oponen a todo, a las salvaguardias, recortes presupuestarios, créditos externos, preventas de petróleo, estímulos (perdón de intereses y multas) para cobrar deudas, venta de bonos, etc. A todo se opone la oposición y sus sabios analistas y columnistas. No reconocen  los límites que impone la dolarización, que ilegal y mañosamente impusieron, ya que imposibilita aplicar medidas comerciales y monetarias en defensa del país.

Quieren volver a lo de antes, a las recetas neoliberales del FMI, y con el pretexto de buscar inversión privada productiva, lo que es correcto con los debidos controles y previsiones, ‘exigen’ que sean los inversionistas y sus financistas los que manejen la economía y que el petróleo se vuelva a entregar a las transnacionales expoliadoras y depredadoras; en suma, claman para que se desmantelen leyes, planificación y controles.

Volver al festín del mercado, saqueos bancarios y atraco de los dineros públicos es un claro objetivo de las élites.

Desatan miedo, calumnian, difunden mentiras como que el Gobierno deja la dolarización, o que  decretaría un feriado bancario. Hipocresía y perversidad. Utilizan todo lo malo que ellos hicieron para enriquecerse a mansalva, a fin de crear un ambiente de desconfianza.

Por cierto que buscan la desaparición política de Rafael Correa; para lo cual, como antes, utilizan voceros ultraconservadores, hasta del alto clero.

Lo correcto es asumir medidas, debidamente comunicadas, para atenuar los efectos negativos que los vaivenes de la economía global provocan, todo lo cual pasa por la política y ello exige unidad y firmeza para derrotarla, así como a la conspiración de la derecha vendepatria y atrasapueblos.

Por cierto que el momento exige renovación de equipos en los espacios de acción política, relegando a burócratas insensibles, cambiándolos por dirigentes idóneos, consecuentes con el proceso. (O)

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