Ecuador, 16 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Mariana Velasco

Socialmente torpes

Se acercan las festividades navideñas y de fin de año y un gran conglomerado pretende ignorar que el riesgo de infección sigue presente.
16 de diciembre de 2020 - 00:00

Los casos de COVID-19 están al alza en el mundo. En respuesta, muchos países incluido el nuestro, aumentan las restricciones y hacen énfasis en la necesidad de evitar la transmisión. La población lo ignora y las familias hacen planes. 


El fastidio por cambiar nuestro comportamiento a causa de la fatiga pandémica del coronavirus, es real. Se acercan las festividades navideñas y de fin de año y un gran conglomerado pretende ignorar que el riesgo de infección sigue presente y tampoco quiere modificar su actitud. 

¿Este tipo de conducta debe sorprender? Posiblemente no. Los seres humanos, reacios por naturaleza, ignoran la mayoría de consejos de salud pública cuando de crear conciencia se trata. Es difícil lograr que las personas cambien por la salud de otros y las variaciones en el talante son esquivos al depender de la toma de buenas decisiones privadas por el bien de la salud pública. 

Para detener la propagación del COVID-19, se necesita precisamente eso: un cambio en el comportamiento privado. El virus se propaga en entornos informales y cerrados: intercambio de regalos de los amigos secretos, guitarreadas, fiestas y cenas en casa de otras personas. Hay un exceso de confianza al pensar que su entorno cercano o íntimo sigue con rigor el protocolo de distanciamiento social, uso de masacrilla y permanente lavado y desinfección de manos. Existe la equivocada percepción de que, ellos se ‘cuidan’ igual que yo. 

Cuando el problema es la propagación privada, dejan de ser útiles muchas de las herramientas del sector de la salud pública. Nuestras autoridades podrían reducir el aforo en restaurantes- tampoco importará -si las personas compran alimentos para llevar y se reúnen en otro sitio. Duele aceptar que no hay una solución mágica para un cambio de proceder. El muro que la pandemia levantó, hizo de todos, socialmente torpes. 

Los especialistas en Europa y Estados Unidos, lanzan alertas y demandan poner atención en los eventos supra- propagadores como gimnasios, restaurantes, iglesias, escuelas y toda instalación que albergue a colectivos. De allí, la prisa por avanzar con la vacunación para personas contagiadas por el virus o portadores asintomáticos. 

Existe la necesidad de un mejor sistema de aplicación de pruebas rápidas y de fácil acceso, que haría más seguras nuestras vidas, mientras llega la vacuna. Esta tecnología debería ser parte de la primera línea de nuestra respuesta viral y necesita una millonaria inversión. 

El tiempo dirá si confinamientos más extremos y medidas punitivas serán nuevas alternativas para evitar aglomeraciones, mítines políticos, quema de años viejos, agasajos navideños y grandes reuniones. 

Así como sucede con muchas otras actuaciones relacionadas con la salud, no se debe esperar soluciones basadas únicamente en un cambio de conducta individual. A medida que la pandemia se prolonga, seguir las pautas para la prevención del covid 19 puede parecer un desafío cada vez mayor y requiere soluciones realistas, sobre todo cuando es palpable que a las personas nada impedirá ver a su familia dentro o fuera del país. 

Por su bien y el nuestro, este es el momento de fortalecer la determinación y entregarse, una vez más, a las medidas de prevención, aunque ello implique sentir que estamos más solos que nunca. (O) 

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media