Ecuador, 19 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Sincericidio

04 de julio de 2012 - 00:00

Si de algo se le puede acusar a esta época es de haberse sincerado, decantado y transparentado, sobre todo en el lugar que ocupan algunos personajes frente a la historia que se va construyendo en estos días. Puestos a tomar partido, por ejemplo, algunos medios y periodistas se colocan frente a la realidad y a la política en su más absoluta convicción: no escatiman adjetivos y menos argumentos absolutamente ideológicos.

Retomando las “viejas herramientas” para el análisis desde el materialismo dialéctico podríamos advertir que las contradicciones (no necesariamente de clase) de fondo forzaron a tomar partido a casi todo el mundo. Y el decantamiento de esas contradicciones, como un fenómeno de la física y de la política, solo ocurre cuando un elemento (químico, físico o político) lo forja o lo desata.

En América Latina, por todo lo anterior, ocurren varios procesos al mismo tiempo y frente a ellos no caben sino expresiones individuales que revelan hasta dónde tan solo la posibilidad de cambiar de sistema ubica a los personajes ante el dilema de apoyar o rechazar el devenir de ese cambio.

Y lastimosamente quienes hasta abogaban por un cambio de fondo, hasta revolucionario, cuando son tocados en su íntima convicción, expresan su real condición. Por ejemplo: aquellos pensadores, analistas y periodistas que apelan a la mayor y hasta casi absoluta transparencia y acceso a la información ahora, ante el dilema de dar o no asilo político a Julian Assange, por decantamiento, se han colocado del lado de quienes no le darían porque con eso se favorecería la imagen del Gobierno.

Por eso, la próxima campaña electoral, que se adelanta en la prensa y en ciertos escenarios para profundizar ese decantamiento o sincericidio político, ya nos dice la verdadera condición y posición de todos los actores políticos y mediáticos.

Tal como ocurrió en México con cierta cadena televisiva y el candidato presidencial ganador. Por eso es más fácil advertir esos nexos políticos (válidos y hasta entendibles) entre lo que expresan ciertos titulares y comentarios y lo que apuntalan algunos ya candidatos frente, por ejemplo, a la situación económica del Ecuador a la que califican de la peor de la historia o que vivimos un estado de corrupción generalizada, cuando las cifras y la realidad dicen otra cosa.

La historia tiene muchas formas de expresarse en el mismo presente. La venta de una bandera desató la Revolución Alfarista y nadie imaginó que un hecho, aparentemente liviano, devendría en el cambio más trascendente del siglo XX.

Ahora pasa algo parecido: otorgar el asilo político a Julian Assange podría abrir un escenario histórico para desatar las mayores acciones políticas entre países tan “pesados” como EE.UU., Inglaterra y Suecia frente a la decisión de una nación aparentemente pequeña como la de Ecuador, en plena campaña electoral adelantada.

Contenido externo patrocinado