...así lo diría la sociedad si tuviera persona y posibilidad de palabra, al ver cómo se ultraja a la mujer de manera diaria. Esto ya no es machismo común, sino perversión (psicopatía).
La perversión por su cualidad de maldad, grotesca, antisocial, abusiva y dañina, tendrá siempre que esconderse detrás de algún atuendo, que también puede indicar una posición de poder y un modelo a seguir:
- Un docente: que, al suponer ignorante al alumno, y reforzar ese lugar de ignorancia para no perder la posición de “maestro”, se lo toma como oportunidad para cometer el acto repulsivo. Como el caso emblemático de Paola Guzmán, adolescente abusada sexualmente por el vicerrector de su colegio, lo que la llevó a quitarse la vida.
- Un médico: con el disfraz del mandil, de blanco y aséptico, quien conoce el cuerpo humano, en teoría, al revés y al derecho, puede aprovecharse de cualquier incauta o incauto haciendo abuso de su posición de ¿saber?... de poder. Como el médico mismo de Paola Guzmán, cuando al solicitarle un aborto del engendro concebido por el violador, este le pide sexo.
- Un fotógrafo: quien puede enmascararse como defensor de causas feministas, empoderar a sus modelos y empujarlas a fotografiar desnudos, para al final del día, en secreto, comercializar las fotos de las engañadas.
- Un hombre: el concepto clásico de hombre indicaba virtud. Pero ahora se lo usa para esconder a un psicópata, a la vez criminal, quien, con sus congéneres, uno más ocho para ser exactos, violan a una mujer. Ocurrió recién en la provincia de Santa Elena.
Los psicópatas matan, estafan, engañan… pero cuando ejecutan sus actos hacia la mujer, son brutales.
Con cómo están las cosas de desgraciadas con la mujer ecuatoriana, señor presidente Lenín Moreno, el mundo espera de usted un mejor criterio sobre violencia y género. Además, en lo bello y el velo se esconde mejor la maldad y, el acoso no tiene estética, profesión, etnia o edad.
Falta asesoramiento, dirección y conocimiento de nuestra realidad. (O)
