El mayor cambio revolucionario que debe darse en la universidad ecuatoriana es ir hacia una nueva forma de pensar, que integre los mayores aportes de los diversos enfoques epistemológicos, es decir, de las diferentes formas de pensar. No es suficiente el cambio legal y de infraestructura física si no va acompañado de un cambio en el sistema de creencias, en la forma como cada quien percibe la realidad.
Es importante, costoso y relativamente más lenta la actualización de los conocimientos y las tecnologías de los profesores universitarios. Mucho más importante es revolucionar la forma de pensar: es más económico y podría ser mucho más rápido. Se debe comenzar aceptando que ninguna persona, teoría o punto de vista puede totalmente comprender cualquier realidad que se examine.
Los más importantes temas o problemas son complejos y multicausales y exigen la participación de múltiples enfoques y disciplinas para una explicación más profunda. El conocimiento no se encuentra totalmente desarrollado en ninguna escuela o enfoque de la ciencia. Los profesores deben conocer los otros enfoques teóricos, experiencias y, además, reconocer e integrar los diversos aportes.
Hay que combinar e integrar la especialización y la súper especialización en las diversas disciplinas científicas con el trabajo en equipos inter y multidisciplinarios dentro de una facultad, entre los profesores de diversas facultades de una misma universidad, e incluso entre profesores de diversos países.
El que la universidad ecuatoriana mejore el porcentaje de doctores de nivel PhD es importante, pero no suficiente si van a continuar trabajando aislados en la docencia, la investigación y la extensión.
En consecuencia, la universidad ecuatoriana requiere una reforma curricular donde los profesores aporten sus criterios en problemas comunes sobre temas locales, regionales, nacionales e internacionales en los diversos niveles: años de estudios, cada disciplina, las diversas disciplinas en una misma facultad o instituto y entre las diversas facultades de una misma universidad.
La universidad ecuatoriana no proporcionará mejores soluciones a los problemas de la salud, del desarrollo integral, la seguridad, la inclusión educativa, el desarrollo de talentos, la justicia, la tierra, el hábitat, el equilibrio ambiental, el buen vivir, la paz, la fraternidad y la felicidad, entre otros, mientras, como diría Edgar Morin, tenga un pensamiento tuerto y seguirá en este aspecto en el siglo XIX.
