El Departamento del Tesoro (DT) del Gobierno de EE.UU. se encuentra desnudo o en default, desde hace largo tiempo, haciendo aguas durante el gobierno del endorracista genocida, que ahora, con el retroconservador y pornopuritano al frente de la Casa Blanca, se ha agudizado y ha mostrado sus costuras en todos los espacios en donde la hegemonía del dólar estadounidense empieza a tambalearse, ya que, históricamente, ha contado con el único respaldo del chantaje, la presión y la imposición de esta moneda como medio o forma de intercambio comercial internacional, entre los países semicoloniales que se creen imperialistas y en los coloniales o colonizados aún, que dependen del ultraje estadounidense, al que llaman “confianza”, sin respaldo o soporte en activos o riquezas, como las reservas de oro.
En este contexto internacional, cuya determinación económica es la que mueve todas las demás determinaciones, resulta que el presidente pornopuritano retroconservador está, en este momento, en manos de los Halcones de EE.UU. y de su Congreso, gracias a la posibilidad real de un impeachment, por sus cuitas con la connotada o famosa prostituta Stormy Daniels, a la que la prensa palangrista llama “actriz porno”.
Esta infeliz situación para Trump ha permitido que el Partido Republicano haya impuesto la salida de su socio de la ExxonMobile, Rex Tillerson; la asunción como Secretario de Estado estadounidense del belicista venido de la CIA, Mike Pompeo; y que la especialista en torturas y asesinatos selectivos, Gina Haspel, se encargue de la CIA.
El chantaje de esta prostituta connotada podría restituir y consolidar la economía financiera especulativa estadounidense o ayudar a la salida de Donald Trump. Mientras tanto, en cualquiera de los casos, el chantaje de los Halcones y del Ku Klux Klan, intentan que el daño colateral sea solo en los países del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar. (O)
