Ecuador, 19 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

¿Por qué contra Correa?

20 de junio de 2018 - 00:00

Las oposiciones dirán porque representa en cuerpo y mente el socialismo del siglo XXI; el que haya trastocado los planes que el neoliberalismo tenía planificado implementar de manera repetitiva en este país. Otros dirán y dicen que es por los temas de corrupción, aunque no haya prueba alguna contra él, lo central es el escarnio público; el escarnio ideológico y político, porque ahí sí funciona lo que Durán Barba y los “marketineros” dicen, que eso de la ideología no le importa a nadie.

Por lo tanto, en él, más allá de su individualidad, es lo que expresa, representa, encarna: el disgusto de que este país sea manejado por los cortesanos de cepa como por los cortesanos de papel, de etiqueta. Aquellos que reavivaran el regionalismo, el turnarse el poder, porque nunca han podido pensar, peor sentir, digamos así: “el espíritu de lo nacional”.

Podemos haber discrepado con ciertos temas del anterior Gobierno, pero no se puede en sano juicio concluir que todo y todos fueron malos. Nadie en su sano juicio, si es que se lo tiene y se tiene moral, puede decir que el país no ganó. La teoría del país de ficción que se labra es un insulto a la memoria de la gente, por lo menos de la gran mayoría. La teoría de la derecha de que el país estaba desinstitucionalizado, ahora parece teoría del Estado, porque rebasa al propio Gobierno actual.

Y que la “justicia” actuante actúe como guillotina, cortando la cabeza y las manos, no es un indicio de una sana democracia, sino de martirizar, hacer suplicio y condena de lo que un pueblo que, en más de 12 procesos electorales, por mayoría, decidió que se tenía que hacer. Solo en sociedades hipócritamente constituidas e instituidas, la desmemoria es símbolo patrio. Pero, parece, que el país pasó de la lucha política en los territorios a la lucha en los salones y pasillos.

Parece que el país volvió a enternar-se y encorbatar-se. ¿Y el odio visceral? Con pocos caracteres a la mano vale citar al celebérrimo Jacinto Jijón y Chiluisa en su libro Longos: “(…) esa actitud implica el querer ser lo que no se puede ser, el atropellar el derecho del otro por considerarse superior, el defender al explotador a pesar de ser explotado, pues siempre existe la posibilidad de llegar a ser explotador, aun en detrimento del propio grupo de referencia” (23). ¿Esa es la nueva clase política que se engendró? (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media