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El Telégrafo
Fausto Segovia Baus

Pedagogía para padres

02 de septiembre de 2020 - 00:00

Algunos lectores me han sugerido este tema porque, a partir de la pandemia, los padres de familia han tenido que asumir nuevas funciones que se suman a las conocidas. Se trata de la pedagogía digital articulada al currículo vigente, las metodologías de enseñanza y aprendizaje, y los sistemas de evaluación con herramientas tecnológicas.

Desde siempre se ha insistido que los padres de familia somos educadores por antonomasia. Esa aseveración no es retórica: el hogar es la escuela de la formación de valores, donde se aprenden hábitos de salud, estudio y se comparten, de manera espontánea, los vínculos de sangre y políticos, necesarios para una convivencia civilizada.

En esta ocasión se trata de fortalecer lo que hacemos –con mucho gusto y amor-, y además actuar como profesores que siguen guías y procedimientos, algunos inéditos, para atender a nuestros hijos convertidos ahora en estudiantes. El ministerio de Educación habla de “educación en casa”; otra modalidad es virtual con herramientas digitales donde el protagonista es el alumno y no el profesor como en la educación tradicional, q.e.p.d. El Telégrafo ofrece espacios para que docentes, padres y estudiantes apliquen estas modalidades, en las que todos somos aprendices. Los miércoles y los domingos, en la sección Sociedad, se ofrecen algunas pautas en esa línea.

Un punto de partida para la formación de padres pedagogos es la concepción clásica de Jacques Delors, en el libro “La educación es un tesoro”, quien puntualiza cuatro ejes fundamentales, que forman parte del aprendizaje significativo: aprender a saber (conocimientos); aprender a hacer (las destrezas y competencias); aprender a convivir (con los demás); y, aprender a ser (personas) en un contexto o ambiente dado.

Estos criterios se complementan con lo que no debemos hacer los padres: enseñar contenidos sin entender; premiar los logros con dinero u objetos; dejar libertad absoluta a los hijos/estudiantes. Una actitud asertiva siempre ayuda, donde la confianza es la clave para comunicarnos con firmeza (no autoritarismo), sensibilidad (ponerse en lugar del hijo = empatía); y, racionalidad (utilizar las preguntas antes que respuestas agresivas).

En resumen, el aprendizaje virtual deja muchas lecciones a padres, profesores y estudiantes. ¡Es tiempo también de desaprender!

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