Ecuador, 23 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Sebastián Vallejo

Obama vs. Obama

09 de octubre de 2015 - 00:00

El 1 de octubre, el presidente Obama dio una rueda de prensa refiriéndose a la tragedia ocurrida en una universidad comunitaria en Oregon, donde Chris Herper Mercer, de 26 años, disparó contra estudiantes y profesores, matando a diez e hiriendo a siete, para luego suicidarse. Fue un muestra de elocuencia política, sensibilidad, ira y gran manejo de la coyuntura. Un apasionado discurso que mostró a un Obama moverse entre la irritación y la decepción, lamentando tener que, por decimoquinta ocasión durante sus dos presidencias, salir a dar sus condolencias en esas circunstancias.

Fue una crítica a lo rutinario de estas tragedias, a lo rutinario de su cobertura, a lo rutinario del infértil debate sobre la regulación de la venta de armas, y hasta lo rutinario de ese tipo de rueda de prensa. Una autocrítica por la insensibilidad política ante estos ataques y la necesidad de politizar un tema empeorado por la inacción del Congreso y su postura antirregulación frente al control de armas. “Nuestras oraciones y condolencias no son suficientes”, dijo Obama, sugiriendo que solo una mente enferma puede llevar a estos ataques, y no puede tener tanta facilidad para conseguir un arma.

Una semana después, un ataque aéreo estadounidense a un hospital en Kunduz, Afganistán, dejó 22 muertos, incluyendo a 12 miembros de Médicos Sin Fronteras (MSF) y 10 pacientes. Tres de los pacientes eran niños. El pueblo de Kunduz fue tomado por combatientes talibanes poco días antes del bombardeo, y el hospital atendía a miles de personas afectadas por el conflicto. El incidente pasa a ser una estadística, aquello referido como ‘daño colateral’ o ‘las consecuencias inevitables de la guerra’. Una portavoz de MSF denunció el ataque: “Hemos tenido suficiente. Hasta las guerras tienen reglas”.

Las reglas no aplican a todos. No se encontraron indicios de combatientes en el sitio. Tanto Estados Unidos como la OTAN tenían las coordenadas del hospital. El bombardeo duró treinta minutos más después de que MSF informaran a los oficiales estadounidenses y afganos que estaban atacando a un hospital. Esto se parece mucho a un crimen de guerra.

MSF no confían en la objetividad de una investigación militar interna por parte de EE.UU., la OTAN y Afganistán. Han solicitado una investigación independiente a través de la Comisión Internacional Humanitaria para el Establecimiento de Hechos, parte de la Convención de Ginebra. La comisión no ha sido utilizada desde su creación en 1991. Se requiere que uno de los 76 signatarios proponga una indagación. Los gobiernos parece que han sido demasiado amables o demasiado temerosos para establecer un precedente. No parece que esta historia vaya a cambiar ahora.

En esta tragedia no hubo ni elocuencia ni pasión por parte del presidente Obama. No hubo exhortaciones, ni frustraciones, ni invocaciones ni ira. Hubo un comunicado de prensa. Para el presidente de Estados Unidos, no todas las vidas valen lo mismo. La respuesta en los últimos 14 años de ‘guerra contra el terrorismo’ se ha vuelto rutina. Las palabras se han vuelto insensibles ante la tragedia humana.

En la rueda de prensa, el presidente Obama pidió a la prensa que haga una comparación entre las muertes de americanos por armas y las muertes de americanos por terrorismo. Es hora de que alguien le pida al presidente Obama que haga la comparación entre las muertes americanas por terrorismo, y las muertes como daños colaterales luchando contra el terrorismo. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media