Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Maximiliano Pedranzini. Ensayista argentino

Nicaragua: la atrofia muscular de un proceso (2)

07 de mayo de 2018 - 00:00

El decreto lanzado por el Gobierno para financiar el déficit en seguridad social a través del aumento de aportes onerosos tuvo carácter confiscatorio, despertando la indignación masiva de la población que no tardó en volcarse a las calles, desde Managua hacia todo el territorio nacional, en un acto de insurrección que pone en jaque al FSLN tras 12 años de mandato ininterrumpido y en un contexto de fuerte recesión económica.

La represión en las últimas dos semanas se ha llevado puesta la vida de más 60 personas -la mayoría de ellos estudiantes-, dejando centenares de heridos, desplazados y con cifras de desaparecidos que rondan entre los 15 y los 48, según informaron hace algunos días diversas organizaciones nacionales de derechos humanos; y la violencia paramilitar en combinación con fuerzas de choque de la Juventud Sandinista y la Policía Nacional, en pos de neutralizar el clima de protesta, va en aumento, poniendo al descubierto la fractura entre el pueblo y el Gobierno, lo que abre una herida que profundiza aún más la crisis interna de un movimiento en vías de desintegrarse.

En la otrora Latinoamérica -colonial y más preocupada por lo que pasaba en el Norte o del otro lado del Atlántico- nos enseñaron a desoír el clamor de nuestros países hermanos: a Ecuador, a Venezuela, a Nicaragua; a ignorarnos, o, peor aún, antagonizar entre nosotros. Como diría el presidente argentino Marcelo T. de Alvear en 1927, cuando Augusto César Sandino defendía la soberanía nicaragüense de la ocupación estadounidense: “Nicaragua está demasiado lejos para que los argentinos nos preocupemos por su destino”. ¿Sigue estando demasiado lejos? Nuestra preocupación por su destino sigue intacta, pase lo que pase y pese a quien le pese, y darle la espalda, como lo hicieron nuestras élites en los siglos anteriores, no es la solución. Más bien, todo lo contrario.

El panorama es desalentador, a pesar de haberse dado marcha atrás con el decreto de reforma social. Sin embargo, la atrofia política y social no es un trastorno aislado, y de no encontrar una salida a esta crisis, el sandinismo tendrá su primavera centroamericana y Ortega un final de época que no será recordado como el más feliz de toda su historia. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media