Ecuador, 19 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Horacio Bernades

Los múltiples planetas de Bergman

18 de julio de 2018 - 00:00

Para referirse a artistas únicos en su clase suele hablarse de planetas, dando así idea de su completud y redondez. El planeta Borges, el planeta Vermeer, el planeta Beatles, el planeta Gaudí, el planeta John Ford.

Para decirlo en términos cinematográficos, los planetas Yasujiro Ozu, Alfred Hitchcock y François Truffaut se caracterizan, más allá de algunas hierbas extrañas e imprevistos accidentes del terreno, por su relativa homogeneidad. Suele creerse que el planeta Bergman también la presenta y sin embargo no.

Este astro se parece más, digamos, al planeta Picasso, con su asombrosa variedad de estilos e intereses y su clara división en períodos, que, para mantener el símil de procedencia, al planeta Turner, con sus reiteradas marinas, brumas, paisajes, combates navales.

Si se parece menos a sí mismo de lo que creíamos, quiere decir que hay un Bergman a redescubrir. O, mejor, varios Bergmans. Simplificador, el saber común identifica a este hijo de un pastor protestante con una serie de películas caracterizadas por su angustia existencial, su pesimismo tremendista, su tratamiento de grandes temas (el paso del tiempo, la posibilidad o no del amor, el sufrimiento humano, la cuestión de la identidad, la existencia o no de Dios), en ocasiones su estética filoexpresionista.

Otro es el Bergman físico, el que en su voluntad de penetrar la máscara humana (recordar la máscara de payaso de De la vida de las marionetas) filma el sitio en el que la máscara se instala: el rostro de los actores y sobre todo las actrices (su mayor amor, en sentido metafórico, pero también literal). Lo hace en obsesionantes primeros planos, en los que junto con la máscara logra filmar, finalmente, lo que buscaba: la verdad de ese rostro, de esa persona.

El otro mundo para redescubrir, algo así como un planeta aparte, es el de las películas femeninas, algunas de ellas corales donde, como un pre-Almodóvar, Bergman retoza entre rivalidades, solidaridades, hipersensibilidades, risas y lágrimas. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media