Los medios están en constante cambio: periódicos y revistas que, además de sus ediciones impresas, construyen experiencias en entornos digitales (newsletters, publicaciones exclusivas y material multimedia); radios que mutan en podcast e incluyen nuevos recursos en respuesta a las nuevas dinámicas de consumo; cadenas de televisión que se convierten en servicios de streaming que recaban datos y personalizan la distribución de contenidos. En definitiva, el ecosistema mediático ya no es el mismo... y no solo en términos tecnológicos: con el proceso de convergencia, se han producido grandes transformaciones a nivel económico, social y cultural. Cuestión de observar los comportamientos y las preferencias de los jóvenes (sobre todo) y adultos en un entorno hiperconectado: todo es efímero, visual, para consumo desde el dispositivo móvil...
Hablar de esta realidad en clases no es fácil en la medida que las nuevas categorías de estudio no siempre avanzan con la misma velocidad de la industria. Además, pocas son las ocasiones en que se ponen en práctica dichas reflexiones. Es así que, con un grupo de estudiantes y docentes, consideramos la necesidad de involucrarnos en este escenario mediante un medio juvenil que incluya todas estas nuevas formas de contar historias. Justamente, una manera de motivar la participación en los estudiantes de hoy, está en desarrollar proyectos prácticos en los que ellos obtengan reconocimiento mientras evalúan el impacto real de sus acciones: qué tema, qué formato, qué estilo funciona y cuál no.
Además, el hecho de que los mismos jóvenes sean los encargados de construir los contenidos en un espacio interactivo, ha permitido abordar temas distintos a la oferta tradicional, descubrir nuevas voces y apostar por recursos inexplorados (en la actualidad, hasta el Gobierno transmite sus mensajes institucionales en Instagram y TikTok). Hace pocos meses, -incluso durante las campaña electoral- las nuevas plataformas eran vistas como simples espacios de entretenimiento sin comprender el potencial que tienen las redes para construir vínculos y promover verdaderos cambios.
UIDEPlay, la primera multiplataforma pensada para jóvenes del país, comenzó como una iniciativa disruptiva pensada para impactar a un público que pocas veces encuentra temas de su interés. Un año después, vemos que este proyecto -al igual que muchos otros- fomenta una comunicación más lúdica, más abierta, más inclusiva.
