En la primera caravana, los medios trataron de desconocerla. Una que otra vez publicaban alguna noticia malintencionada, sin que nunca apareciera la dimensión de las concentraciones. Lograron pasar toda la caravana sin publicar una sola foto de lo que era lo más cotidiano: Lula cercado por un mar de pueblo.
Así que terminó. Al día siguiente, vino una nueva ofensiva en contra de Lula. Su exministro de Economía decidió hacer una delación premiada. Pero, al contrario de lo que se había anunciado, él no denunciaba nada ni del sistema financiero ni de la Red Globo. Todo era en contra de Lula. Inmediatamente los columnistas de los medios de información decretaron, una vez más, “la muerte política de Lula”. Sería otra bala de plata en contra de Lula.
La ofensiva no duró mucho, hasta que salió una nueva encuesta, hecha por Folha de Sao Paulo que revelaba que Lula volvía a crecer, mientras que los candidatos de la derecha veían su apoyo disminuir aún más.
En esta caravana, los medios han publicado una que otra foto, tratando de evitar las imágenes de Lula en medio del pueblo. Pero de nada sirvió. Aun durante esta caravana el Ibope hizo encuesta para O Globo, revelando que Lula lidera con el 35% de apoyo, casi el triple de quien le sigue en segundo lugar.
Reproduciendo la caravana hacia el nordeste de Brasil, la participación popular fue inmensa, Lula se vio consagrado como la gran esperanza popular para frenar los retrocesos impuestos por el gobierno de Michel Temer, que goza de solamente 3% de apoyo. En esa encuesta, computando solamente los votos útiles, Lula ganaría en primera vuelta.
A lo largo de sus discursos, Lula consolidó su posición de convocar un referendo revocatorio, para anular todo el paquete de medidas antipopulares, antidemocráticas y antinacionales implementadas por el Gobierno actual, como condición para restablecer el modelo de desarrollo con distribución de renta.
Lula detalló cómo Temer ha gastado, para comprar parlamentarios y poder sobrevivir a las acusaciones de corrupción, un monto tres veces más grande de lo que ha costado el trasvase del río San Francisco, que lleva agua a 12 millones de personas.
Hubo una reunión con gran cantidad de rectores de universidades públicas de la región, que han manifestado su apoyo al referendo revocatorio que Lula propone, como forma de rescate de la educación pública, duramente golpeada por los ajustes presupuestarios del Gobierno.
Después de cruzar 20 municipios de Minas Gerais, en 8 días, pronunciando 20 discursos, Lula llegó a la capital, Belo Horizonte, donde se hizo la más grande concentración de la caravana. Ya se anuncia una nueva encuesta, en la que Lula superaría el 40%, confirmando la posibilidad de victoria en primera vuelta.
Las caravanas se revelan así como la mejor forma de recomposición desde abajo de la participación popular en el bloque de masas que lucha por la reconquista de la democracia y la elección de Lula. (O)
