En el marco de la difícil situación económica y política del país, le toca a los dirigentes de la izquierda y fuerzas progresistas que apoyan la Revolución Ciudadana tomar decisiones que la cohesionen, como garantía para que Alianza PAIS preserve una conducta revolucionaria, defienda los cambios realizados y los consolide con políticas y gestión consecuentes, ajustados y adecuados a los actuales momentos.
Esto implica visión objetiva, serenidad y valentía, sensibilidad patriótica y consecuencia, lealtad con los principios de justicia y equidad. Por ello, desde la óptica bolivariana alfarista del proceso, en correspondencia con los objetivos permanentes de democracia y libertad, y en procura de preservar los intereses del pueblo y la nación, es necesario comunicar, concienciar, movilizar, a centenares de miles de adherentes y millones de hombres y mujeres que electoralmente han apoyado a Alianza PAIS, para que con amplia y democrática unidad en sus filas, decidan junto a ellos, y en consecuencia con ellos.
Hay que organizar y convocar en forma amplia, transparente, plural a la Asamblea Nacional, buscando que participen representantes de todos los sectores, tendencias y territorios; retomar las normas que garanticen que para la elección de miembros de las directivas se observen idénticos criterios; pues ya se ha probado que la sola visión territorial para escogerlos no permite la gestión política, necesaria para enfrentar el reto de la derecha de devolver al país al pasado. Crear las condiciones necesarias para convertir al movimiento en partido, lo que garantiza una mejor organización y participación; un mayor sentido de pertenencia y un profundo compromiso de ir hasta las últimas consecuencias con el proyecto revolucionario.
Ajustar el programa de gobierno y reestructurar el equipo burocrático, alentando cambios legislativos que permitan organizar mejor y desarrollar la democracia participativa y la organización y acción del poder popular, a todo nivel.
Por otro lado, definir candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República para defender los cambios realizados, garantizar la continuidad del proceso, sin perder su objetivo socialista, en el marco de defensa de la soberanía nacional. Por tanto, debe buscar mecanismos democráticos y participativos de selección de candidatos, combinando la experiencia, juventud, representación social, territorial y políticas equitativas y equilibradas; desechando las presiones y sesgos caciquistas, de interés burocrático o de puro y simple sectarismo.
Que la inercia, estrechos intereses o miopía no congelen la organización; y se facilite, eliminando trabas formales, cálculos egoístas, la organización de los comités de base que deben vincularla con los diversos sectores de la población: obreros, campesinos, trabajadores en general, artesanos, estudiantes, profesionales, empleados públicos, intelectuales y artistas, emprendedores y empresarios progresistas, deportistas, etc.
Con todo ello se podrá hacer frente y derrotar contundentemente a la derecha retrógrada, ahora apoyada por recalcitrantes traidores que lograron engañar y penetraron en los equipos de gobierno, sacaron enormes y suculentas ventajas sin importarles un rábano principios e ideologías, que buscan junto a oportunistas, renegados y declarados enemigos, destruir todo lo que el pueblo ha logrado en su beneficio y de la patria. (O)
