El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Ambiente. Miles de escuelas y colegios de Ecuador tienen ahora su propio jardín ecológico. La idea de este espacio verde (llamado TiNi y auspiciado por la Unesco) se introdujo en Ecuador gracias a la iniciativa de personas comprometidas con el ambiente, en especial de Mónica Reinoso Paredes.
Hoy, más que nunca, la Tierra está amenazada por el desbordamiento de los límites planetarios. Repasemos términos de esta nueva era. Empecemos por oikos, casa en griego, que nos ha dado economía y ecología, dos aproximaciones muy distintas a la realidad. Nomos es norma en griego, por lo cual la economía es una ciencia normativa, cómo debemos manejar la casa. Logos es tratado, por lo cual la ecología es una ciencia descriptiva, cómo es nuestra casa.
En ambos casos, la casa es el planeta. Tenemos ecosistema y ecocidio, ejemplo de este último es la explosión atómica en el atolón de Mururoa en 1995. Ambiente viene del latín y está emparentado con las palabras ambos, ambular y ambición. La idea de ambos es la principal, porque el ambiente nos rodea atrás y adelante; ambular es ir a ambos lados; ambición es desear ambos beneficios, comer la torta y guardar la torta, algo que solo se consigue quitándole la torta al vecino.
Contaminación significa corrupción o suciedad, alteración de la pureza. Polución también viene del latín y significa lo mismo; es el término más universalizado: pollution en inglés. De bios (vida) tenemos biodiversidad y biodegradación, lo bueno y lo malo, porque la ecología es también ética.
Extinguir el fuego puede ser una buena acción, pero la extinción de una especie siempre será mala. El diccionario académico reconoce la palabra sostenibilidad, pero no sustentabilidad; aunque sustentar y sostener sí constan en ese diccionario. Economía sostenible es la que concilia el desarrollo con lo social y lo ambiental. Para los que quieran profundizar en este tema, recomiendo: http://www.vitalis.net/recursos/glosario-ambiental/ (O)
