La investigación es una de las tres actividades cardinales de una universidad, junto a la docencia y la vinculación con la colectividad. Con frecuencia, se considera la universidad solo en su faceta docente, formadora de profesionales que se integren en el mercado productivo del país.
La formación de profesionales es una necesidad de respuesta al requerimiento social, este no puede desarrollarse sin la actualización en los conocimientos y tecnologías que se despliegan en el mundo.
Para ello, la universidad debe generar conocimiento y estar en la línea de desarrollo de la innovación tecnológica y aplicarlos a los conocimientos formativos de sus estudiantes. Debe explicarse a la población el porqué de la investigación, su objetivo y las ganancias que constituyen para ellos y las futuras generaciones.
Estas metas solo se logran con la actividad investigadora de los docentes universitarios y requiere al menos tres aspectos:
1. Acceso a programas de formación para dar la capacidad de participar, desarrollar y liderar proyectos de investigación. En los últimos años, Ecuador ha realizado un gran esfuerzo en esta dirección, favoreciendo la realización de tesis doctorales con un claro incremento de publicaciones científicas.
2. Financiamiento asegurado, que debe ser al menos el 6% del presupuesto universitario, e incentivar la captación de fondos internacionales, vía colaboración con universidades o centros extranjeros. 3. Regulación de las líneas de investigación y control de dichos proyectos ajustados a programas prioritarios definidos por el Ministerio de Salud Pública de Ecuador.
En el caso de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), se da cumplimiento a los tres puntos enunciados, como lo muestra la recategorización, la acreditación de la carrera de Medicina, entre otros logros. Sin embargo, es fundamental fortalecer el debate y acuerdos en aspectos críticos para el desarrollo de la investigación como es la relación con el Ministerio de Salud Pública. (O)
