Desde que el primer mandatario, Rafael Correa Delgado, decidió informar de sus actividades y las de sus ministros, los sábados, el Partido Mediático Mercantil Ecuatoriano (PMME) no ha cesado en sus críticas a dicho ejercicio. La razón es muy simple: el informe presidencial rompe la matriz de opinión construida por la oposición durante toda la semana.
Podemos elaborar algunas hipótesis e interrogantes de lo que algunos presidentes habrían informado a sus conciudadanos, a partir de 1979, año del retorno a la ‘democracia’.
Iniciemos: El presidente Roldós probablemente habría informado que la Carta de Conducta que fue firmada en la ciudad de Riobamba por varios mandatarios de América del Sur, abría una nueva etapa en la construcción de la unidad continental. En efecto, su juventud e inteligencia lo perfilaban para liderar dicho proceso. Esta visionaria política exterior disgustó a los que inventaron la política del Gran Garrote. Su trágico final es conocido por todos. Sus autores también.
El que lo sucedió en el cargo, bautizado -en brazos de algunos padrinos poderosos- como el ‘sucretizador’, ¿habría informado cuánto le costó al Presupuesto Nacional las deudas en dólares que mágicamente fueron transformadas en moneda nacional? El pretexto: había que defender el empleo de la gente.
El gobierno del Frente de Reconstrucción Nacional, ¿habría dado a conocer cuántos torturados y desaparecidos se contabilizaron entre 1984 y 1988? ¿LFC habría informado sobre la reestructuración del mercado interno, orientado a las demandas del consumo suntuario? ¿Se habría tomado la molestia de comunicar al mandante las razones para la disminución del poder adquisitivo de los sectores populares?
En el período del Partido Unidad Republicana (1992-1996), ¿se habrían dado a conocer al pueblo los entretelones de los perfumes que brotaron de las flores y los deliciosos sabores de la miel? ¿Se habría comunicado al soberano respecto a las largas horas dedicadas a la música clásica en Carondelet? Afortunadamente, las privatizaciones fueron detenidas por un rotundo ‘No’ del soberano.
La ‘Fuerza de los Pobres’ ¿gobernó? desde el 10 de agosto de 1996 hasta el 6 de febrero de 1997. ¿Se habría informado a qué sectores representaban los que fueron nombrados miembros de la Junta Monetaria? ¿Se habría explicado cómo funcionaban los ‘túneles’ en las aduanas? El semestre fue fugaz porque el pueblo dijo: ¡Basta!
La presencia del Movimiento Independiente por una República Auténtica (MIRA) solo duró 48 horas. Doña Rosalía no tuvo tiempo para conocer bien el Palacio de Carondelet.
En los tiempos del Frente Radical Alfarista (1997-1998), ¿habría informado el ‘interino’ las acrobacias que realizó para llegar a la Presidencia, con tan pocos diputados en el entonces Congreso Nacional?
La DP gobernó desde 1998 hasta 2000. Una muy buena acción fue la firma de la paz con la hermana República del Perú. Hay que reconocerlo. En efecto, luego de medio siglo de desencuentros se llegó a concretar un documento que abría las posibilidades de una paz duradera. Después… ¡vino el desastre! (O)
